4. Santo Tomás de Aquino
Seguro que en más de una ocasión te has preguntado por la procedencia de las cosas que existen en la actualidad. Todo ha de tener un origen; en nuestro caso, los seres vivos, éste está en nuestros padres, el de nuestros padres en los suyos... y así sucesivamente. Podemos seguir hacia atrás más y más, pero ¿indefinidamente? Si todo proviene de algo, ¿de dónde procede lo primero?, ¿puede concebirse que no haya nada inicial? Si pinchas en la flecha verás una secuencia indefinida: por más que busquemos hacia atrás nunca llegaremos a un punto de partida. Cuando Santo Tomás intenta comprender la realidad del mundo, piensa que las cadenas causales no pueden ser infinitas... lo veremos en su razonamiento sobre la existencia de Dios
Fíjate en el cuadro de abajo: la obra maestra de Zurbarán representa a Santo Tomás dispuesto a escribir la Suma Teológica iluminado por el Espíritu Santo. Su obra llegó a ser percibida en la Iglesia como la culminación de un desarrollo doctrinal iniciado por otros filósofos que le acompañan en el cuadro, como San Agustín y San Ambrosio. El pensamiento de Santo Tomás fue considerado como una obra monumental que daba cuenta de un orden perfecto en el que Dios se constituía como el principio absoluto. Su esfuerzo consistió en dar expresión racional de ello, la razón iba poco a poco encajando todas las piezas…
Zurbarán: El triunfo de Santo Tomás Imagen de Wikimedia Commons |
Tras el giro operado en el seno de la filosofía con la irrupción del cristianismo, la divinidad pasará a ser durante el periodo medieval el asunto central de la especulación filosófica, no solo en el mundo cristiano, sino también en el judío y el musulmán. Desde la reflexión sobre Dios se extraen consecuencias para los diversos órdenes: la realidad, el ser humano, la sociedad, etc.
Santo Tomás desarrolló una inmensa obra en la que destacan escritos como la Suma Teológica, y la Suma contra gentiles, obras de carácter teológico y apologético de la fe cristiana. Con su robusta construcción filosófica, en la que se sintetizan elementos platónicos y aristotélicos con los principios cristianos, llegó a ser el máximo representante de la Escolástica, esto es, el mayor referente de las escuelas medievales.
Para saber más
Tomás de Aquino dedicó su vida a la religión y a la filosofía, ejerciendo su actividad en diferentes lugares entre los que destacan Nápoles, Colonia y París. Perteneció a la orden de los dominicos y en París conoció a San Alberto Magno, con quien entabló una gran amistad. Fue testigo de la llegada del saber griego a las universidades europeas de mano de los pensadores árabes. Santo Tomás mostró especial interés por la obra de Aristóteles al que comentó en varios de sus escritos.
En el mapa de abajo, pica sobre las ciudades más relevantes de la vida
de este filósofo si quieres tener más información sobre su biografía:
Tomás de Aquino nació en el seno de una familia noble en Roccasecca,
Italia, en el año 1225 y murió en Nápoles en 1274. Vivió en el siglo XII., una época en la que los reyes habían logrado imponerse sobre los
señores feudales, la Iglesia mantenía su predominio y crecían las
ciudades y la actividad comercial. El mundo de la cultura protagonizó
un gran apogeo con el nacimiento de las universidades, el
encuentro con el pensamiento filosófico y científico árabe y judío y la
recuperación de la obra de Aristóteles.
Tomás de Aquino dedicó su vida a la religión y a la filosofía, ejerciendo su actividad en diferentes lugares entre los que destacan Nápoles, Colonia y París. Perteneció a la orden de los dominicos y en París conoció a San Alberto Magno, con quien entabló una gran amistad. Fue testigo de la llegada del saber griego a las universidades europeas de mano de los pensadores árabes. Santo Tomás mostró especial interés por la obra de Aristóteles al que comentó en varios de sus escritos.
Curiosidad
Con la proclamación del Califato de Córdoba por Abderramán III en el siglo X, esta ciudad llegó a adquirir una gran prosperidad, convirtiéndose en la ciudad de referencia de Europa Occidental y a rivalizar con otras como Constantinopla o Bagdad. Una escuela de traductores hizo que numerosas obras fueran traducidas del hebreo y del griego al árabe. Aquí vivieron filósofos de gran prestigio en la Historia de la Filosofía como Averroes, Abentofail, Ibn Masarra o el filósofo judío Maimónides.
La ciudad de Toledo fue conquistada por los cristianos en el siglo XI. Con el gobierno de los reyes castellanos se permitió un clima de convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos que dio lugar a un apogeo determinante para el futuro de la cultura del occidente cristiano. En La Escuela de traductores de Toledo se llevaron a cabo numerosas traducciones al latín desde el árabe y el hebreo de textos filosóficos y científicos que renovaron el panorama cultural de occidente.
Mezquita de Córdoba Imagen de Wikimedia Commons |
La expansión musulmana comenzada en el siglo VII llegó a la Península Ibérica en el 711 y condujo a la formación de Al Andalus. Durante el periodo medieval la filosofía y la ciencia árabe tuvieron un momento de gran esplendor y su influencia fue significativa en el occidente cristiano. El mundo árabe contaba ya en el siglo IX con la traducción de obras de filósofos como Aristóteles, Platón, Proclo y Plotino y científicos como Galeno, Ptolomeo y Euclides. Sus comentarios de la filosofía aristotélica son fundamentales para comprender el giro dado en la filosofía cristiana a partir de la obra de Santo Tomás. Entre los filósofos árabes de mayor repercusión nos encontramos con Alkindi, Avicena, Averroes, Avempace y Abentofail.
Con la proclamación del Califato de Córdoba por Abderramán III en el siglo X, esta ciudad llegó a adquirir una gran prosperidad, convirtiéndose en la ciudad de referencia de Europa Occidental y a rivalizar con otras como Constantinopla o Bagdad. Una escuela de traductores hizo que numerosas obras fueran traducidas del hebreo y del griego al árabe. Aquí vivieron filósofos de gran prestigio en la Historia de la Filosofía como Averroes, Abentofail, Ibn Masarra o el filósofo judío Maimónides.
Alfonso X el sabio Image de Wikimedia Commons |