1. Modelos de ácidos y bases

En un principio, la clasificación de las sustancias como ácidos o bases se basó en la observación de una serie de propiedades comunes que presentaban sus disoluciones acuosas. Así, por ejemplo, el sabor agrio de ciertas sustancias fue lo que sugirió su primitiva clasificación como ácidos (del latín acidus, agrio).

Las bases antiguamente se llamaban álcalis (del árabe al kali, cenizas de planta), nombre que todavía se usa algunas veces, así como sus derivados, para indicar bases o propiedades básicas. Este nombre se debe a que una de las bases más utilizadas, la sosa o carbonato de sodio, se obtenía de las cenizas de ciertas plantas.


Imagen 1 Aka, Creative commons Imagen 2 JPLon, Creative commons

En 1663, Boyle estableció una serie de propiedades experimentales comunes a todos los ácidos, que más tarde se completaron con las bases, que se recogen en la tabla siguiente.

  ÁCIDOS BASES
Sabor Ácido Amargo
Sensación a la piel Punzante o picante Suaves al tacto
Colorantes vegetales (tornasol) Rojo Azul
Reactividad

Corrosivos
Disuelven sustancias
Atacan a los metales desprendiendo hidrógeno

En disolución conducen la corriente eléctrica

Corrosivos
Disuelven grasas. Al tratar grasas animales con álcalis se obtiene el jabón
Precipitan sustancias disueltas por ácidos
En disolución conducen la corriente eléctrica

Neutralización Pierden sus propiedades al reaccionar con bases Pierden sus propiedades al reaccionar con ácidos

Observa que la tabla anterior no da ninguna razón sobre esos comportamientos, dejando sin responder preguntas como: ¿Qué es lo que determina el comportamiento de un ácido o una base? ¿Cuáles son las características comunes, basadas en su constitución a escala de partículas, que explican sus propiedades?