2.2. Digestión
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Imagen de fondo bajo licencia Creative Commons. Autor: Victor Cuevas |
La digestión es la degradación del alimento en moléculas sencillas (nutrientes). Comprende procesos físicos, que están relacionados con la modificación mecánica del alimento (trituración, mezclado, etc.) y químicos, relacionados con la transformación mediante enzimas del alimento para que pueda ser absorbido (enzimas hidrolíticas o digestivas).
Digestión mecánica
La digestión mecánica se lleva a cabo a través de distintos órganos y estructuras. Muchos de ellos intervienen también en la ingestión, no obstante, algunos son específicos y se encuentran en el interior del tubo digestivo, es el caso de la molleja.
La molleja es una zona del tubo digestivo (asociada al estómago) donde se tritura el alimento. Aparece en aves e invertebrados, como en el caso de las lombrices de tierra e insectos.
Otra estructura, en ocasiones asociada a la molleja, es el buche. Se trata de una bolsa membranosa comunicada con el esófago y que sirve para acumular, humedecer y ablandar el alimento con objeto de digerirlo lentamente. Aparece en aves y algunos insectos.
Digestión química
Si la digestión química ocurre dentro de las células se habla de digestión intracelular, si ocurre fuera, se denomina extracelular.
En la mayor parte de los animales la digestión es extracelular, sólo en el caso de las esponjas (poríferos) la digestión ocurre en el interior de las células. En concreto, en los coanocitos, células flageladas que tapizan el interior de su cavidad. Los nutrientes obtenidos se reparten al resto de células a través de los amebocitos.
Glándulas anejas
Es frecuente encontrar órganos o tejidos especializados en segregar enzimas al tubo digestivo para favorecer la digestión química, se trata de las glándulas anejas.
En invertebrados podemos encontrar este tipo de glándulas en crustáceos y moluscos. Por ejemplo, en el caracol se encuentra el hepatopáncreas, glándula que vierte secreciones digestivas al estómago.
Es en los vertebrados donde estas glándulas están más desarrolladas. Además de las glándulas salivares, que ya hemos visto, se pueden encontrar otras asociadas a las paredes del estómago e intestino. Es el caso del páncreas o el hígado.
Para saber más
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Imagen bajo licencia Creative Commons. |
Los mamíferos herbívoros poseen un estómago más complejo que el de los carnívoros, que les permite digerir la celulosa de los vegetales. Para poder descomponer estas sustancias, su estómago se divide en 4 compartimentos: Panza o rumen. Es la parte más voluminosa del estómago. Realmente es un tanque de fermentación donde la celulosa es digerida por bacterias y protozoos. Redecilla o retículo. Es un compartimento comunicado con la panza en el que el alimento procedente de la panza se deposita para poder volver a la boca si no tiene el tamaño apropiado, donde el animal vuelve a masticar el alimento (rumia). Libro u omaso. Es un compartimento en el que el alimento rumiado es filtrado para su paso al cuajar. Cuajar. Es el verdadero estómago donde se acaba la digestión. |
Curiosidad
En las sanguijuelas el buche permite almacenar cantidades de sangre de hasta cinco veces el tamaño de su cuerpo. La razón se encuentra en que debe ingerir el alimento rápidamente para evitar su captura. Por ello, llena el buche y luego se separa para con mayor tranquilidad digerir la sangre que ha chupado.
 Imagen bajo licencia Creative Commons, autor: Julie LePage
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