A continuación te proponemos una tarea fácil: intenta pensar en las diferencias existentes entre las siguientes proposiciones, y busca el modo en el que puedes saber si dichos enunciados son verdaderos o falsos.
"El cuadrado de una hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos en un triángulo rectángulo."
"Todo lo real es racional y todo lo racional es real" (G.W.F. Hegel).
"Los metales se dilatan por el calor."
"Dios ha muerto" (F.Nietzsche).
"2+2=5"
"¿Vamos al cine el fin de semana?" ("O si prefieres a otro sitio...")
Es evidente la diferencia entre todos estos tipos de enunciados. Para empezar, el último es una pregunta (irás al cine o no irás, pero la interrogación no es ni verdadera ni falsa). Entre los otros cabe diferenciar aquellos cuya verdad se puede saber sin recurrir a la experiencia (los que ya llamamos en otros temas como "relaciones entre ideas" o proposiciones analíticas) y los que sí requieren ir al mundo a comprobar si son ciertos o falsos ("cuestiones de hecho" o proposiciones sintéticas). Por último, hay alguno cuya verdad es difícil de desentrañar, ¿no?
El positivismo, como ya vimos en el primer tema de la unidad 5, se basa en la afirmación de que el verdadero conocimiento es el conocimiento científico, por lo que habría que intentar que todos los campos del saber se aproximaran a la actitud y al método científico (incluida la propia filosofía). Los filósofos positivistas adoptaron esta actitud también en el siglo XX, pero le sumaron además a su doctrina la idea de que la Lógica podría ayudarnos a aclarar los malentendidos lingüísticos, y a precisar con claridad qué es realmente científico y qué no. Así, retomando las ideas del empirismo clásico, las diversas ciencias empíricas deberían llegar a formular proposiciones que pudieran contrastarse adecuadamente, comprobando de este modo su verdad o falsedad.
Según Witgenstein, las proposiciones han de expresar figuras de la realidad (si son verdaderas). Pero, por lo tanto, las proposiciones que expresan relaciones entre ideas (las proposiciones lógicas y matemáticas) son tautologías (de la expresión griega "tauta legein", "decir lo mismo"), y por lo tanto no dicen nada (no pueden comprobarse en la experiencia; no describen "un estado de cosas"). Esto llevará a los filósofos neopositivistas a la conclusión de que únicamente las proposiciones de las ciencias empíricas son las que proporcionan información sobre el mundo, por lo que habrá que centrarse en este tipo de proposiciones a la hora de indagar en filosofía.
Actividad de Lectura
Crítica a Kant.
A.J. Ayer, divulgador de los "principios del neopositivismo", en su obra Lenguaje, verdad y lógica realiza una crítica radical a la clasificación de los diversos tipos de juicios que hizo I. Kant. Así, en el capítulo que trata sobre los "a priori" kantianos (¿recuerdas el tema de Kant?), nos dice:
"Vemos, pues, que no hay nada misterioso en cuanto a la certidumbre apodíctica de la lógica y de la matemática. Nuestro conocimiento de que ninguna observación puede refutar nunca la proposición "7+5=12" depende, simplemente, del hecho de que la expresión simbólica "7+5" sea sinónima de "12", de igual modo que nuestro conocimiento de que todo oculista es un doctor en ojos depende del hecho de que el símbolo "doctor en ojos" sea sinónimo de "oculista". Y la misma explicación es válida para cualquier otra verdad a priori." (En el apartado Nuestra explicación de las verdades "a priori" socava el sistema trascendental de Kant, en el citado libro, Ed. Martínez Roca, 1986.)
Del mismo modo, según Ayer y los neopositivistas, la lógica no "describe las leyes del pensamiento", ni la geometría describe las propiedades del espacio físico, por lo que el sistema de Kant parece "desmoronarse". Las proposiciones analíticas son tautológicas, no dicen nada respecto a ninguna realidad, pero nos dan un nuevo tipo de conocimiento: sacan a la luz las implicaciones de nuestras costumbres lingüísticas, que hasta entonces nos habían pasado desapercibidas.
Podríamos considerar que el neopositivismo es una reacción ante el
horror que produjo la Gran Guerra (la 1ª Guerra Mundial), en un intento
de encontrar criterios científicos que permitieran considerar cuando
una afirmación es verificable o no. De esta forma podríamos reducir los
"discursos vacíos" e intentar introducir la racionalidad en la vida
misma.
Objetivos
El neopositivismo, o positivismo lógico, era en realidad un movimiento
formado tanto por filósofos como por científicos diversos. Junto a
Russell y Wittgenstein cabe destacar a los integrantes del Círculo de Viena
(físicos como Moritz Schlick o Rudolf Carnap, sociólogos como Otto
Neurath), o a otros filósofos con formación lógica, como Tarski o el británico Ayer (a los que
puedes remitirte en la Wikipedia). Todos estos autores comparten unos
mismos ideales y metodología, sumando los frutos de las tres corrientes
que ellos consideraban importantes en la historia de la filosofía: el
empirismo, el positivismo y el análisis lógico.