2. Idealismo

 
 Universidad de Tubinga
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 Antes de estudiar en qué consiste el idealismo nos conviene reflexionar sobre el punto en el que quedaron las cosas tras la obra de Kant: en su Crítica de la Razón Pura, este autor llevó a cabo una profunda investigación en torno a las posibilidades y los límites del conocimiento humano. Su resultado es la negación de la metafísica como ciencia y de la posibilidad de un conocimiento último y total de lo real. El noúmeno, la cosa en sí misma, queda fuera de nuestro alcance.

Por otro lado proponía al sujeto, y no al objeto, como el principal protagonista de la actividad cognoscitiva, ya que eran sus propias estructuras a priori las que, en gran medida, determinaban el conocimiento de lo real. Entendía que lo que conocemos son los fenómenos, el mundo percibido por nosotros, o lo que es lo mismo, la realidad intuida en el espacio y el tiempo y pensada mediante las categorías del entendimiento. Partiendo de ello, algunos discípulos de Kant, como Fichte, enfatizan la importancia en el conocimiento del sujeto cognoscente y niegan la necesidad de postular la existencia de noúmenos o cosas en sí más allá de las categorías de la razón. Rechazada la existencia de una realidad en sí impenetrable, la realidad es entendida como un producto del espíritu. La razón carece de límites.

Este movimiento surgido en Alemania como desarrollo del idealismo trascendental kantiano se denomina Idealismo Alemán. Su máximos exponentes: Fichte, Schelling y Hegel, desarrollan sus tres variantes, denominadas respectivamente idealismo subjetivo, objetivo y absoluto. Nos centraremos en el último de estos filósofos, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, como el autor con mayor repercusión e imagen más característica de este movimiento.
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Aunque El idealismo alemán se explica como una particular prolongación de la obra de Immanuel Kant, en su desarrollo confluyen otros factores. Así el nacionalismo de Fichte, favorecido por la ocupación napoleónica, quien defiende la superioridad cultural y filosófica del alemán frente a los idiomas latinos en su obra Discurso a la nación alemana. También el romanticismo, encarnado en la obra de uno de sus fundadores, el escritor Goethe, o la obra del poeta lírico alemán Hölderlin, son referentes en el pensamiento de Hegel.