1. El siglo XIX
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Eugène Delacroix - La liberté guidant le peuple Archivo de Wikimedia Commons |
En lo político, la Revolución Francesa de 1789 marcará el paso en occidente a lo que se denomina la Edad Contemporánea. El Antiguo régimen se desmorona y una serie de acontecimientos determinarán el nuevo escenario. En Francia, tras un periodo de inestabilidad, la llegada al poder de Napoleón Bonaparte determinará un momento de expansión por países europeos que traerá consigo la difusión de muchas de la reformas de la revolución. Tras su derrota militar se produce una Restauración que significa la vuelta a los valores del Antiguo régimen. En este contexto se producirán diferentes revoluciones de carácter liberal: 1820, 1830 y 1848, que supondrán definitivamente el fin del modelo anterior.
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Imagen de William Kilburn (1848) en Wikimedia Commons |
Caspar David Friedrich, 1818 Imagen en Wikimedia Commons |
En el contexto político, el siglo XIX se caracteriza, además, por el apogeo del nacionalismo, un movimiento ligado al concepto de nación propio de la edad contemporánea y relacionado con los procesos revolucionarios sucedidos en este siglo. Con numerosas variantes, la nación es concebida como elemento de identidad y fundamento del estado.
En lo cultural ha de señalarse el apogeo del romanticismo, un modelo originado en Reino Unido y en Alemania y expandido por Europa, con un importante impacto en el ámbito del arte, la literatura y la música que, frente al racionalismo, los ideales universales de la Ilustración y el clasicismo, propone la supremacía de los sentimientos, la individualidad y la plena libertad creativa.
En el ámbito científico, la propagación del evolucionismo tras la publicación de El origen de las especies por Charles Darwin en 1859, supone una tremenda conmoción en la comunidad científica y religiosa. El naturalista inglés postula el origen de las especies desde ascendientes comunes mediante un proceso de selección natural. Su consideración del ser humano como un producto más de la evolución biológica es percibida por un sector de la comunidad religiosa como un concepto incompatible con el relato bíblico de la Creación y con el papel central del ser humano dentro de la misma.