1. El siglo XIX


Eugène Delacroix - La liberté guidant le peuple
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Antes de pasar a una caracterización de los movimientos filosóficos a los que nos vamos a dedicar en este tema, hagamos un breve repaso por las condiciones históricas en las que éstos llegaron a desarrollarse. El periodo que se corresponde con estos modelos filosóficos se encuentra marcado por los siguientes acontecimientos:

En lo político, la Revolución Francesa de 1789 marcará el paso en occidente a lo que se denomina la Edad Contemporánea. El Antiguo régimen se desmorona y una serie de acontecimientos determinarán el nuevo escenario. En Francia, tras un periodo de inestabilidad, la llegada al poder de Napoleón Bonaparte determinará un momento de expansión por países europeos que traerá consigo la difusión de muchas de la reformas de la revolución. Tras su derrota militar se produce una Restauración que significa la vuelta a los valores del Antiguo régimen. En este contexto se producirán diferentes revoluciones de carácter liberal: 1820, 1830 y 1848, que supondrán definitivamente el fin del modelo anterior.

Imagen de William Kilburn (1848)
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En lo económico, con la Revolución industrial, iniciada en Inglaterra a finales del XVIII y extendida durante el XIX por el continente europeo, se producirá una profunda transformación que afectará, igualmente a los ámbitos socio político, tecnológico y cultural. Como consecuencia de las innovaciones tecnológicas, como la invención de la máquina de vapor, de una economía basada en el trabajo manual se pasa a un modelo de producción industrial en el marco de una profunda transformación del sistema de comercio y el desarrollo del transporte. Este cambio es alentado en un contexto político liberal, en el que se promueve el desarrollo de la iniciativa privada y la implantación de un modelo económico capitalista. La revolución industrial supondrá una profunda transformación social en cuanto favoreció el éxodo rural y el traspaso de la población del campo a la ciudad, convertida ahora en el principal motor económico. A la vez que las condiciones de vida se ven favorecidas por el progreso en los medios materiales, surgen problemas sociales como consecuencia de las crecientes diferencias económicas entre el nuevo proletariado urbano y la pujante burguesía industrial. Fruto de estos antagonismos será el florecimiento de movimientos sociales anti capitalistas, como los de diferentes modelos socialistas, anarquistas, etc.
Caspar David Friedrich: El trotamundos sobre el mar de niebla, 1818
Caspar David Friedrich, 1818
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En el contexto político, el siglo XIX se caracteriza, además, por el apogeo del nacionalismo, un movimiento ligado al concepto de nación propio de la edad contemporánea y relacionado con los procesos revolucionarios sucedidos en este siglo. Con numerosas variantes, la nación es concebida como elemento de identidad y fundamento del estado.

En lo cultural ha de señalarse el apogeo del romanticismo, un modelo originado en Reino Unido y en Alemania y expandido por Europa, con un importante impacto en el ámbito del arte, la literatura y la música que, frente al racionalismo, los ideales universales de la Ilustración y el clasicismo, propone la supremacía de los sentimientos, la individualidad y la plena libertad creativa.

En el ámbito científico, la propagación del evolucionismo tras la publicación de El origen de las especies por Charles Darwin en 1859, supone una tremenda conmoción en la comunidad científica y religiosa. El naturalista inglés postula el origen de las especies desde ascendientes comunes mediante un proceso de selección natural. Su consideración del ser humano como un producto más de la evolución biológica es percibida por un sector de la comunidad religiosa como un concepto incompatible con el relato bíblico de la Creación y con el papel central del ser humano dentro de la misma.