6. Ética y política

¿Cuál es la razón de que, en el contexto de la moral cristiana, puedan considerarse pecado acciones tales como odiar a Dios, robar o cometer adulterio? La voluntad divina que establece su prohibición. Esos mismos actos podrían ser actos meritorios si Dios los mandase, ya que Dios puede ordenar todo siempre que no implique contradicción lógica.


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En el campo de la ética Ockham defiende una postura voluntarista acorde con su argumento central basado en las ideas de la omnipotencia y la libertad divinas. Descartada la existencia de un mundo de ideas inmutables, lo bueno y lo malo no pueden determinarse racionalmente mediante una reflexión filosófica. El fundamento de la moral se encuentra en la dependencia que el ser humano guarda con respecto a Dios; el ser humano está obligado a aceptar la voluntad divina.
Ockham abandona el concepto tomista de una ley natural inmutable, la norma moral es la voluntad divina, sin estar él sujeto a obligación alguna.
Palacio de los papas, Aviñón
Palacio de los Papas, Aviñón
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En lo político, la vida de Ockham estuvo marcada por sus desencuentros con el Papado por asuntos como la disputa sobre la pobreza evangélica, o la mantenida por el papa Juan XXII y sus seguidores con el emperador Luis IV de Baviera por el control del poder. Tomando partido a favor de este último, y en contra del absolutismo papal dentro de la iglesia, Ockham defendió la independencia de los poderes terrenales respecto de la iglesia en relación con los asuntos temporales y la libertad de la población para, de ser su voluntad, establecer su propia forma de gobierno. De este modo Ockham, pensando que las esferas de lo espiritual y de lo temporal deben estar separadas con claridad, lleva a cabo en el ámbito político y religioso una escisión similar a la realizada entre la teología y la filosofía.
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Este fragmento de la película basada en la novela de Umberto Eco, El nombre de la rosa, muestra a miembros de las órdenes franciscana y dominica, a las que pertenecieron respectivamente Ockham y Tomás de Aquino, debatiendo sobre uno de los asuntos que con más dureza enfrentaron a Ockham y el Papa: el voto de pobreza en la Iglesia y la diferencia entre los derechos al uso y a la posesión. Como telón de fondo se reflejan las intrigas generadas por la búsqueda del poder temporal de la Iglesia.