3.1. Comprender para creer, creer para comprender
¿Piensas que las creencias religiosas están reñidas con la razón o, por el contrario, entiendes que razonando podemos llegar a convencernos de las afirmaciones de una religión? En el segundo caso, ¿de todas sus creencias o sólo de algunas? Estas cuestiones preocupaban en la sociedad romana, donde los defensores del cristianismo se dedicaban a organizar racionalmente sus convicciones y las disputas con sus contarios eran frecuentes.
San Agustín Imagen de gediknight en Flickr |
La doctrina cristiana daba respuestas a cuestiones de diverso orden. Algunas tenían que ver con aspectos específicos del dogma religioso, como por ejemplo el asunto de la Trinidad divina; otras cuestiones habían sido ya abordadas con anterioridad por la filosofía, por ejemplo: la existencia de Dios, el origen del mundo o la inmortalidad del alma. En las polémicas suscitadas entre cristianos y anticristianos, los argumentos a favor o en contra de las diferentes tesis no tomaban en consideración las diferencias entre las ideas propias de su sistema particular de creencias y las que eran aptas para un tratamiento puramente racional. Agustín de Hipona no fue una excepción y no llevó a cabo una separación entre un ámbito propio de la fe y otro de la razón.
Tras su ruptura con el maniqueísmo y su paso por el escepticismo, Agustín de Hipona abrazó con fervor la fe cristiana. Se encontraba convencido de que la verdad es única y que a ella conducen tanto la fe como lo razón. Entiende que: la razón conduce a la fe, ya que aunque sus verdades no sean demostrables, sí demuestran que tienen sentido y es legítimo creer en ellas. Por otro lado es la fe la que orienta correctamente a la razón al conducirla hacia la verdad. A su vez, es la razón la que permite esclarecer los contenidos de la fe.
Fe y razón se funden en Agustín de Hipona en la búsqueda de la verdad: se propone alcanzar por la fe en las Escrituras la inteligencia de lo que éstas enseñan. Un célebre texto de su Sermón 43 expresa: “comprende para creer, cree para comprender”. Este tendrá repercusión en autores como San Anselmo: la fe en busca de la inteligencia.
AV - Actividad de Espacios en Blanco
Lee los párrafos de abajo y rellena los huecos en blanco con F o R (siglas de fe y razón).
En un primer momento es la
la que conduce a la , ya que demuestra que sus verdades tienen sentido.La
orienta correctamente a la , la guía por el camino de la verdad.Finalmente la
permite esclarecer los contenidos de la
Curiosidad
Tanto san Agustín como Santo Tomás defendieron con firmeza la racionalidad de sus convicciones
religiosas. La ciencia de nuestro tiempo es el ámbito principal en el que el ser humano busca las respuestas a sus interrogantes. Con su amplio desarrollo, ésta permite hoy una explicación mucho más amplia y fiable que cuando la religión dominaba en el mundo del saber. Sin embargo las convicciones religiosas siguen estando presentes en un importante sector de la población, incluido el intelectual.
En 1948 la cadena británica BBC ofreció a sus oyentes un interesante encuentro entre dos grandes pensadores: Bertrand Russell, filósofo neopositivista y agnóstico, y el jesuita e historiador de la filosofía F. C. Copleston. Ambos debatieron en torno a un asunto que sigue ocupando nuestra atención: La existencia de Dios. Aquí tienes el debate al completo en este enlace de filosofía.com.mx
Bertrand Russell, 1950 Imagen de Wikemedia Commons |
En 1948 la cadena británica BBC ofreció a sus oyentes un interesante encuentro entre dos grandes pensadores: Bertrand Russell, filósofo neopositivista y agnóstico, y el jesuita e historiador de la filosofía F. C. Copleston. Ambos debatieron en torno a un asunto que sigue ocupando nuestra atención: La existencia de Dios. Aquí tienes el debate al completo en este enlace de filosofía.com.mx