5. La competitividad de la empresa española

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La estructura empresarial española ha sido tradicionalmente considerada como el factor esencial de su falta de competitividad internacional, por limitar la productividad, dificultar la presencia en mercados exteriores y la financiación ajena.

 

Las empresas españolas dependen excesivamente de la banca para obtener financiación. Además, los costes financieros son proporcionalmente mayores a menor tamaño.

En cuanto a las exportaciones, un tamaño mínimo facilita la adopción de estrategias exportadoras. Parece que existe un cierto umbral, por debajo de los 50 asalariados, que dificulta la presencia de este tipo de empresas en actividades exportadoras.

 

Multitud de personas
Imagen 10. Fuente: Elaboración propia.

La propensión exportadora se mide como el porcentaje de ventas que se realizan en el extranjero respecto al total. Existen diferencias importantes según el tamaño empresarial, a mayor tamaño mayor propensión a la exportación. Además, en las últimas dos décadas esta tendencia se ha acentuado.

Así, mientras algo más del 90% de las grandes empresas manufactureras realiza ventas en el exterior, sólo un 19% de las que tienen menos de 20 trabajadores llevan a cabo dicha estrategia comercial. Las grandes empresas exportan casi un cuarta parte de su producción, las empresas de menos de 20 empleados menos de un 20%.

En cuanto a la innovación parece lógico suponer que las empresas innovadoras son capaces de generar ventajas competitivas que pueden ser rentabilizadas en los mercados interiores y exteriores. La innovación se mide generalmente en términos de inversión en I+D (investigación y desarrollo).

En este sentido, en las últimas dos décadas la pequeña empresa mejora sus posiciones relativas y también mejora en los distintos indicadores empresariales. Si tenemos en cuenta sólo al colectivo de las empresas que realizan gastos de I+D, el tamaño (en número de trabajadores) no es una variable que explique la diferente intensidad investigadora. Incluso, las pequeñas empresas innovadoras dedican más recursos a investigar que las grandes, dada su mayor especialización en actividades relacionadas con el desarrollo tecnológico.

Sin embargo, no debemos engañarnos, ya que la probabilidad de que una empresa realice actividades I+D aumenta considerablemente con el tamaño empresarial.

Por sectores, el sector industrial concentra la mayor parte de las actividades de I+D del tejido empresarial español, con el 84% del total. Con todo, sólo 9 de cada mil empresas industriales realizan inversiones en I+D.