2.2. Políticas de empleo
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El desempleo o paro es uno de los problemas económicos más graves de las sociedades desarrolladas, y reducirlo constituye un objetivo prioritario de cualquier gobierno. Altos niveles de desempleo tienen graves consecuencias a nivel general y, por supuesto, personal para las familias que lo padecen:
- A nivel general: supone mantener una parte de la población activa desocupada, por lo que no se consigue aprovechar todo el potencial del país. Al mismo tiempo, las cuentas del Estado se ven perjudicadas ya que disminuyen los ingresos derivados del trabajo (como las cotizaciones a la Seguridad Social o el Impuesto sobre la Renta) y aumenta el gasto público (prestaciones por desempleo o asistencia social).
- A nivel personal: esas consecuencias desde el punto de vista macroeconómico esconden detrás la realidad de las familias que padecen esa situación. Esta visión más cercana puede llegar a ser muy dura para las personas que lo padecen, ya que tiene graves consecuencias para la renta de las familias (la mayor parte de ellas dependen del dinero que obtienen con su trabajo), pero también por el impacto que el desempleo tiene en su día a día (periodos prolongados en el paro pueden minar la autoestima del trabajador y dañar las relaciones familiares y personales).
1. Políticas activas: se trata de actuaciones cuyo objetivo es potenciar la creación de empleo bien de forma directa a través de oferta de puestos de trabajo o a través de medidas que de forma indirecta aumenten el empleo a corto o medio plazo. Incluye medidas como:
Mejora de la formación y de la educación: son medidas que sirven para mejorar la cualificación de los trabajadores y, en general, la estructura económica de un país. Conforme aumenta el desarrollo económico se requieren más puestos de trabajo de alta o media cualificación que sólo pueden ser ocupados por mano de obra bien formada.
- Fomento de la contratación por parte de las empresas: el sector público puede poner en marcha incentivos para que las empresas privadas contraten a más trabajadores como pueden ser las subvenciones, las bonificaciones sobre las cotizaciones de la seguridad social o las ayudas directas para la contratación.
- Flexibilización del mercado de trabajo: supone la introducción de una serie de medidas que incentivan la contratación de trabajadores por parte de las empresas: reducción de indemnizaciones en caso de despidos, contratos temporales, contratos a tiempo parcial para favorecer el reparto del trabajo, etcétera. Algunas de estas medidas han permitido la creación de empleo en casi todos los sectores, aunque su uso abusivo por parte de las empresas ha devaluado las condiciones de trabajo de muchas personas.
- Empleo público: la manera más directa de potenciar la creación de empleo por parte de las administraciones públicas es crear empleo público para cubrir las diferentes funciones que desarrollan en su intervención en la economía. Auxiliares administrativos, personal de las fuerzas del Estado, profesores de enseñanza pública... son innumerables los tipos de plazas que se ofertan todos los años desde las diferentes administraciones territoriales.
- Ayuda para la búsqueda activa de empleo: se suele decir que buscar empleo es en sí un empleo y es cierto que requiere toda una estrategia bien definida que pasa por el diseño de nuestro perfil profesional o curriculum vitae, la búsqueda de las adecuadas fuentes de información o la preparación para una ideal participación en el proceso de selección (test psicotécnicos, entrevistas o periodos de prueba). Las oficinas de empleo deberían asesorar a los parados para conseguir antes el objetivo profesional deseado. En esta línea también se debería fomentar la asesoría para la creación de un negocio propio.
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Oficina de empleo
Imagen de elaboración propia
- Jubilaciones anticipadas: más que una medida de política de empleo, constituyen una solución a la que recurren muchas empresas para deshacerse de un colectivo de trabajadores que llevan trabajando periodos indefinidos o como alternativa a los despidos masivos. Suponen la salida de la población activa a la inactiva por lo que aunque estas personas dejen de trabajar no aparecerán en las cifras de parados.
- Aumento de la enseñanza obligatoria: este tipo de medida estaría enmarcada dentro de la mejora de la formación y la cualificación, aunque a corto plazo lo que genera es que la población activa que busca su primer empleo disminuya (las personas de cierta edad siguen estudiando en vez de pasar al mercado de trabajo), lo que provoca un descenso de la tasa de paro, toda vez que los estudiantes no computan como población activa.
¿Qué políticas de empleo consideras que pueden ser más efectivas: las activas o las pasivas?
Piensa en las medidas de fomento de la contratación y de aumento de la flexibilidad del mercado de trabajo.
¿Cuáles son los argumentos que pueden esgrimir empresarios y sindicatos para sostenerlas o no?
Muchas de las políticas de empleo van dirigidas a aquellos colectivos a los que les afecta especialmente el paro. Entre estos nos encontramos:
- Los jóvenes: la falta de experiencia profesional se convierte muchas veces en la "pescadilla que se muerde la cola": como no tengo experiencia, no encuentro el primer empleo. Sin el primer empleo, no puedo empezar a acumular experiencia. Por ello, además del fomento de la formación, algunas medidas van dirigidas a fomentar el empleo de jóvenes en la modalidad de prácticas o a través de becas.
- Las mujeres: a pesar de los avances que se han producido en relación a la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, todavía sorprende que en nuestro país la tasa de paro de las mujeres sea muy superior a la de los hombres. Este tipo de situación requiere políticas de discriminación positiva para que poco a poco esas dos tasas tiendan a la convergencia.
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Los mayores de 45 años: resulta paradójico que un trabajador en su momento de mayor experiencia pueda dejar de ser atractivo para la empresa y, por contra, se encuentre con serias dificultades para encontrar un nuevo empleo. Esta situación para el parado puede ser, si cabe, más dolorosa, puesto que se puede encontrar con problemas para hacer frente a posibles cargas familiares. Para compensar esta situación se ponen en marcha medidas como las prejubilaciones, las bonificaciones para la contratación de miembros de este colectivo o los cursos para el reciclaje profesional.
Imagen: http://wonkapistas.blogspot.com/
- Los parados de larga duración: permanecer mucho tiempo fuera del mercado suele generar mayores dificultades para la búsqueda de empleo, pues a la interrupción de la carrera profesional se suma la pérdida de autoestima de los parados que se encuentran en dicha situación. Volver a integrarse profesionalmente requiere también ayuda para la mejora de la cualificación e incentivos para la contratación por parte de las empresas.
- Las personas con bajo nivel educativo: a medida que las sociedades se desarrollan se demandan puestos de mayor cualificación, por lo que aquellas que no tienen ninguna encuentran mayores dificultades para encontrar trabajo. Las medidas para apoyar a este colectivo pasan evidentemente por impulsar todos los ámbitos de la formación: secundaria, formación profesional, adultos y, por supuesto, a distancia, como este curso que estás realizando.