Imagen 1. Fuente: Elaboración propia.

En este tema, una vez que hemos visto a lo largo del curso aspectos relacionados con las diferentes funciones de la empresa, vamos a ver cómo esos conocimientos son fundamentales para los emprendedores que buscan una buena idea para construir en torno a la misma una actividad empresarial. En primer lugar deberemos considerar posibles ideas empresariales para proceder a su selección, y a partir de la idea elegida elaborar un proyecto empresarial o plan de empresa.

 

 

El nacimiento de una empresa depende de diversas circunstancias, algunas son objetivas como la existencia de una idea, demanda no cubierta, posibilidades financieras, competencia débil, etcétera. Otras son propias de actitudes y aptitudes personales del emprendedor como sentirse atraído por el riesgo, capacidad emprendedora, experiencia acumulada, etcétera.

En cualquier caso un mejor conocimiento del sector en el que se va a operar, del entorno, del proceso emprendedor y de las posibilidades de su desarrollo real pueden ser claves a la hora de asegurar el éxito de un negocio. Y todo esto sirve para negocios muy innovadores pero también en caso de negocios genéricos, que no precisan una cualificación determinada. La apertura de bares, cafeterías, quioscos, tiendas de ropa... también requieren una planificación y conocimientos empresariales: localización, cualidades comerciales, trato con proveedores o distribuidores, conocimiento de precios medios de mercado, de los productos que ofrece la competencia, de los trámites administrativos necesarios, etcétera.