Los sistemas de representación (II): axonometría ortogonal y oblicua
En la Unidad didáctica anterior hemos visto cómo el sistema diédrico nos permitía resolver problemas geométricos.
Mediante sus proyecciones tenemos una representación precisa de las dimensiones de una figura situada en el espacio; pero la visión que nos ofrece este sistema no es lo suficientemente clara, resultan a veces demasiado abstracta, de tal manera que, es difícil identificar un objeto real.
Para subsanar esta deficiencia del sistema diédrico debemos recurrir al uso de las perspectivas, que nos ofrecen una visión inmediata del contorno y la tridimensionalidad del objeto.
Estos sistemas perspectivos, axonométrico y cónico, imitan la percepción humana, por lo que resulta complicado obtener verdaderas magnitudes, o resolver problemas geométricos; sin embargo, nos ofrecen la posibilidad de representar la realidad tridimensional de un objeto a partir de sus vistas diédricas.
Mediante el sistema axonométrico, al superponer las tres proyecciones diédricas (alzado, planta y perfil) vamos a obtener una visión tridimensional de cualquier forma (plana, pieza, sólido, etc.)
La principal finalidad del sistema axonométrico es facilitar al espectador (que puede desconocer el dibujo técnico) la comprensión de los distintos elementos que conforman un proyecto: como ejemplo sirve la imagen superior: sin su perspectiva isométrica sería difícil interpretarla, salvo que se conozcan los fundamentos del sistema diédrico.