4.4. A nivel global: destrucción de la capa de ozono
Al estudiar la atmósfera, hemos visto que una de sus capas más externas es la ozonosfera. Esta capa está formada en su mayoría por Ozono, una molécula resultante de la combinación de moléculas de oxigeno molecular gaseoso al incidir sobre ellas la radiación solar en determinadas circunstancias de presión y temperatura.
Esta capa absorbe la mayor parte de las radiaciones de alta energía que llegan a la Tierra, actuando como un escudo protector. Sin embargo, este escudo es muy frágil, ya que al ser el oxígeno una molécula muy reactiva, la formación y destrucción del ozono por procesos naturales se produce en un equilibrio dinámico de modo que su concentración se mantenga constante.
De forma estacional, en primavera en las regiones polares se producen importantes reducciones en esta capa, aunque luego regenera en parte durante el verano.
Este reducción se debe al incremento en la atmósfera de cloro y bromo, presentes en un grupo de compuestos, los clorofluorocarbonados (CFC) , utilizados como refrigerantes. La interacción de estas sustancias destruye las moléculas de ozono, permitiendo el paso de radiaciones UV de alta energía, y muy peligrosas para los seres vivos, ya que inducen mutaciones, pudiendo causar cáncer de piel.
Desde 1976 se han aportado evidencias de la disminución de la capa de Ozono. En 1987 se firmó el Protocolo de Montreal, en el que 43 países se comprometieron a limitar y reducir sus emisiones de CFC, aunque el efecto de esta reducción sobre el Ozono no es todavía significativo.
Uno de los más graves efectos de la disminución de la capa de Ozono ocurre en los océanos, las radiaciones están afectando al plancton, que es la base de la cadena alimentaria en el mar, las consecuencias pueden ser catastróficas.
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Verdadero Falso
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