6. Evolución del ensayo desde 1936

Entre novela y novela fui entresacando algunos títulos que no correspondían a la ficción. Algunos habían sido aportados por Pedro, otros los adquirí en Quevedo, por recomendación de aquel librero amigo de mi tío. Los puse todos juntos y en el lomo de la balda rotulé "Ensayos del siglo XX".
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Imagen 9. Autor: Rastrojo. Licencia Creative Commons
"El progreso comporta —inevitablemente, a lo que se ve— una minimización del hombre. Errores de enfoque han venido a convertir al ser humano en una pieza más —e insignificante— de este ingente mecanismo que hemos montado. La tecnocracia no casa con eso de los principios éticos, los bienes de la cultura humanista y la vida de los sentimientos. En el siglo de la tecnología, todo eso no es sino letra muerta. La idea de Dios, y aun toda aspiración espiritual, es borrada en las nuevas generaciones —seguramente porque la aceptación de estos principios no enalteció a las precedentes— mientras los estudios de Humanidades, por ceñirme a un punto concreto, sufren cada día, en todas partes, una nueva humillación. Es un hecho que las Facultades de Letras sobreviven en los países más adelantados con la migajas de un presupuesto que absorben casi íntegramente las Facultades y Escuelas técnicas. En este país se habla ahora de suprimir la literatura en los estudios básicos —olvidando que un pueblo sin literatura es un pueblo mudo— porque, al distraer unas horas al alumnado, distancia la consecución de unas cimas científicas que, conforme a los juicios de valor vigentes, resultan más rentables. Los carriles del progreso se montan, pues, sobre la idea del provecho, o lo que es lo mismo, del bienestar. Pero, ¿en qué consiste el bienestar? ¿Qué entiende el hombre contemporáneo por «estar bien»? En la respuesta a estas interrogantes no es fácil el acuerdo. Ello nos desplazaría, por otra parte, a ese otro complejo problema de la ocupación del ocio. Lo que no se presta a discusión es que el «estar bien» para los actuales rectores del mundo y para la mayor parte de los humanos, consiste, tanto a nivel comunitario como a niveles individuales, en disponer de dinero para cosas. Sin dinero no hay cosas y sin cosas no es posible «estar bien» en nuestros días. El dinero se erige así en símbolo e ídolo de una civilización. El dinero se antepone a todo; llegado el caso, incluso al hombre. Con dinero se montan grandes factorías que producen cosas y con dinero se adquieren las cosas que producen esas grandes factorías. El hecho de que esas cosas sean necesarias o superfluas es accesorio. El juego consiste en producir y consumir, de tal modo que en la moderna civilización, no sólo se considera honesto sino inteligente, gastar uno en producir objetos superfluos y emplear noventa y nueve en persuadirnos de que nos son necesarios."

Miguel Delibes ha sido uno de los escritores de ficción que mejor ha sabido reflexionar sobre la realidad que le ha tocado vivir. Pero no ha sido el único. Un repaso por la escritura reflexiva del siglo XX nos va a mostrar la evolución del ensayo hasta la actualidad, un género de compleja delimitación.


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Relaciona las dos columnas.
1. Generación del 27.
      a. Eugenio D´Ors.
2. Idearium español.
      b. Tierno Galván.
3. Novecentismo.
      c. Pedro Salinas.
4. Revista de Occidente
      d. Ángel Ganivet.
5. Introducción a la sociología.
      e. Ortega y Gasset.

Pregunta de Selección Múltiple
¿Qué ensayista no se enmarca en la Generación del 98?
Ortega y Gasset.
Unamuno.
Ramiro de Maeztu.



¿A qué campo del conocimiento dedica sus ensayos Julio Caro Baroja?
A la crítica literaria.
A la historia y la sociología.
A la medicina.



Icono IDevice Objetivos
La Guerra Civil afectó profundamente la evolución del ensayo en España, marcando un antes y un después de la misma. Profundiza en el tema.