Empirismo e Ilustración: Kant

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Al comienzo de esta unidad nos preguntábamos por la fiabilidad de nuestros sentidos en relación con el mundo físico. Para el racionalismo, solo la razón puede conducirnos a un saber seguro; los empiristas, por el contrario, piensan que no hay más conocimiento que el que parte de los sentidos, y que nuestra mente, por sí misma, nunca podrá llegar más allá de estos datos que la experiencia nos brinda. Como veremos, Kant llevará a cabo un esfuerzo notable por determinar cuáles son las condiciones que hacen posible el conocimiento y hasta dónde llega su alcance. Su síntesis final pretenderá ser una interpretación crítica de la razón en la que cree superar las limitaciones presentes en cada una de las anteriores corrientes de pensamiento.

Entendiendo —como buen ilustrado— que es nuestra razón, con sus posibilidades y limitaciones, el instrumento con el que tenemos que contar tanto para comprender la realidad (uso teórico de la razón) como para organizar nuestra existencia (uso práctico), indagará, en relación a esto último, sobre las posibilidades de llegar a establecer las condiciones de una ética racional universal, independiente de los modelos de moralidad particulares.

Tan considerable esfuerzo conlleva la exigencia del uso de términos precisos y de esquemas argumentales rigurosos. Sin embargo, no te debes inquietar por ello, considera que es precisamente el carácter sistemático de su pensamiento el que te permitirá una comprensión clara de su obra y, a la hora de realizar tus ejercicios, una exposición ordenada y concisa. Una constante en la Historia del pensamiento es el hecho de que, a partir de ciertas obras, no cabe ya una vuelta al estado anterior. Por la minuciosidad de su investigación y la rotundidad de sus conclusiones, una vez estudiado este tema, de verte en la necesidad de citar a un autor clave, dispondrías de un ejemplo muy claro: Immanuel Kant.