1.2. Respiración traqueal

Dibujo de saltamontes de dominio público, fuente: Wikipedia
 
 
En la respiración traqueal el sistema circulatorio no transporta el oxígeno sino que es el propio sistema respiratorio el que intercambia los gases con las células a través de una serie de conductos muy ramificados: las tráqueas y traqueolas.

Estos conductos se abren al exterior a través de unos orificios: los espiráculos.

La renovación del aire se denomina ventilación y se lleva a cabo a través de los propios movimientos corporales. En insectos voladores existen pequeñas bolsas que se expanden y contraen para favorecer el proceso (sacos aéreos)

Este tipo de sistema respiratorio es propio de insectos, miriápodos y arácnidos

 

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Imagen bajo licencia Creative Commons, Banco imágenes IFSTIC
 

Los espiráculos son poros redondeados que bien se abren al exterior directamente o poseen una cámara con estructuras como pelos o espinas que minimizan la pérdida de agua e impiden la entrada de polvo y parásitos; para tal fin, también tienen diferentes sistemas de cierre. La distribución de los espiráculos puede variar mucho entre los diferentes órdenes de insectos, pero en general cada segmento del cuerpo puede tener un par.