4. Instalación de una lavadora.
Es conveniente, como para la instalación y puesta en marcha de cualquier electrodoméstico, leer el libro de instrucciones y montaje, y seguir las recomendaciones del fabricante, en nuestro caso es necesario seguir un protocolo en el proceso de instalación de una lavadora para conseguir que ésta funcione correcta y eficazmente, para lo que se deben seguir los siguientes pasos.
- Instalación mecánica.
Desbloqueo, es necesario quitar los cuatro pernos o pasadores de fijación que todas las lavadoras llevan para facilitar su transporte, para lo que en ocasiones se debe emplear una llave especial que proporciona el fabricante dentro del embalaje, de no quitar estos pernos, si la lavadora se pusiera en funcionamiento, el motor se quemaría ya que las fijaciones imposibilitan el movimiento del tambor.
Nivelación. Es absolutamente imprescindible nivelar convenientemente la lavadora, lo que se consigue girando las patas que son regulables, generalmente se debe hacer con una llave especial que forma parte de la dotación de la máquina.
Si la lavadora no estuviese correctamente nivelada, debida al giro del motor, ésta traquetearía, haría ruidos raros y empezaría a salirse de su ubicación, con lo que su vida útil se vería limitada. - Instalación de agua.
Se debe roscar manualmente el conducto de entrada, que va provisto de una rejilla que actúa de filtro, a la toma de agua. Tras completar la instalación, se abre el grifo y se comprueba que no hay pérdidas de agua. Si perdiese agua, se tiene que reapretar el tubo.
Mientras que el conducto de vaciado, que termina con forma de sifón, se introduce en el desagüe, que debe estar a una altura de unos 70 cm, no debe sellarse, ya que tiene que permitirse el paso de aire. - Instalación eléctrica.
Se deben realizar las siguientes comprobaciones antes de proceder a la conexión de la lavadora:
Comprobar que coincide la tensión de alimentación doméstica con la del equipo.
Disponer de una toma de corriente normalizada, provista de una buena toma de tierra y dimensionada para soportar la potencia máxima de la lavadora.
Tener la precaución de no manipular la máquina con las manos húmedas.
Antes de poner la lavadora en funcionamiento.
- Es un error pensar que cuanto más detergente se ponga en la cubeta más limpia saldrá la ropa. Con la dosis de detergente se deben seguir las recomendaciones del fabricante.
- No es conveniente abusar de suavizantes, ya que son muy agresivos tanto con la ropa como con el medio ambiente
- Se debe agrupar la ropa por colores, tipos de tejido y grados de suciedad, seleccionando la temperatura antes de iniciar un proceso de lavado.
- Los detergentes líquidos hacen trabajar menos a las lavadoras, porque reducen el consumo, por lo que si se va emplear detergente sólido, es conveniente diluirlo en agua antes de introducirlo en la máquina.
- Se deben cerrar cremalleras y abrochar botones, así como comprobar que no hay pequeños objetos en los bolsillos, podrían desgarrar otras prendas, durante el proceso de lavado y provocar atascos en los conductos de agua.
- Algunos modelos de lavadora permiten seleccionar el programa en función de la dureza del agua (blanda, dura, muy dura).
- Muy rara vez es preciso el uso de lejías.
- Seleccionar el programa requerido, girando el programador siempre en sentido horario.
- Seleccionar la temperatura de la colada y la velocidad de centrifugado.
- Presionar el botón Paro/Marcha, para poner en funcionamiento la lavadora.
Pre-conocimiento
¿Sabías qué…?
En 1984, la empresa Procter & Gamble, desarrolla y patenta la bola dosificadora de detergente, capaz de emplearse con cualquier tipo de lavadora lo que supone un gran avance en el proceso de lavado automático por que mejora la eficacia del proceso, supone un gran ahorro de detergente y minimiza las emisiones de productos contaminantes medioambientales.
En 1984, la empresa Procter & Gamble, desarrolla y patenta la bola dosificadora de detergente, capaz de emplearse con cualquier tipo de lavadora lo que supone un gran avance en el proceso de lavado automático por que mejora la eficacia del proceso, supone un gran ahorro de detergente y minimiza las emisiones de productos contaminantes medioambientales.