Comunicación y Lenguaje (III). Leemos y redactamos textos con diferente intencionalidad comunicativa
Hablamos de modalidades textuales para referirnos a las distintas funciones con las que nos comunicamos, tanto en la lengua oral como en la escrita.
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Imagen de cod_gabriel en Flickr con licencia CC |
Una de las formas más habituales es la narración. Empleamos mucho tiempo en contar historias y nos gusta escuchar las historias que les han sucedido a los demás: "—Así es la verdad —dijo Maritornes—; y a buena fe que yo también gusto de oír aquellas cosas, que son muy lindas, y más cuando cuentan que se está la otra señora debajo de unos naranjos abrazada con su caballero, y que les está una dueña haciéndoles la guarda, muerta de envidia y con mucho sobresalto. Digo que todo eso es cosa de mieles." (Miguel de Cervantes, Don Quijote).
Nos extasiamos ante la lectura de textos de indudable belleza en los que se realizan extraordinarias descripciones. ¿Conoces, por ejemplo, los cuentos de Rubén Darío? "De sus excursiones solía traer ramos de violetas y gruesos cuadernillos de madrigales, escritos al ruido de las hojas y bajo el ancho cielo sin nubes. Las violetas eran para Nini, su vecina, una muchacha fresca y rosada que tenía los ojos muy azules". (Puedes leer algunos de ellos aquí.)
Además, necesitamos usar la lengua para defender nuestras opiniones y rebatir con argumentos aquellas con las que estamos en desacuerdo. Y también para exponer nuestras ideas sobre un determinado asunto.
George ha iniciado ya sus estudios de Literatura española. Su profesora les ha propuesto la lectura de diferentes textos y él ha disfrutado conociendo cuentos tradicionales y leyendas españolas, plagadas de personajes que para él resultan extraordinariamente exóticos: caballeros medievales, princesas a las que hay que rescatar, reyes que ofrecen sus coronas... Le fascina la capacidad de los escritores para crear historias maravillosas en solo cuatro o cinco líneas.
Quiere, también, leer las magníficas descripciones literarias de las que les habla su profesora en clase. Aún no conoce a estos escritores , pero comienza a sentir una gran curiosidad por ellos. Está seguro, y efectivamente es cierto, de que sus conocimientos gramaticales le ayudarán a comprender mejor los recursos lingüísticos que se emplean en cada uno de estos textos. Quizás —piensa— pueda llegar a escribir alguno.
Por esta razón, comenzará estudiando las características de los textos narrativos y descriptivos. Pero también quiere ser capaz de exponer con claridad todas las ideas que consiga entresacar de los mismos; lo conseguirá analizando los rasgos de los textos expositivos. Por supuesto, está convencido de sus ideas y quiere argumentarlas, así que no le costará demasiado esfuerzo aplicar las características de la argumentación.
Vamos a acompañar a George en sus lecturas y en su aprendizaje. ¿Te animas?