2.3. Sistemas de tipo de cambio flexible
Funcionamiento
En un sistema de cambios de tipo flexible se deja actuar a la oferta y a la demanda, lo que tiene por resultado la oscilación de los tipos de cambio de las divisas.
- Cuando aumente la demanda de una divisa, ceteris paribus, la divisa se apreciará y su tipo de cambio bajará (habrá que usar menos unidades de la misma para comprar cualquier otra divisa).
- Cuando disminuya la demanda de una divisa, ceteris paribus, la divisa se depreciará y su tipo de cambio subirá (habrá que usar más unidades de la misma para comprar cualquier otra divisa).
Las apreciaciones y
depreciaciones de una moneda respecto al resto de las divisas tienen
importantes consecuencias:
- Si la moneda de un país se aprecia resulta más difícil exportar, ya que los productos nacionales se encarecen para los extranjeros. Como contrapartida las importaciones bajan el precio, lo que hace que éstas resulten más atractivas. Si el resto de las variables permanecen constantes, el PIB disminuye, y con éste el empleo.
- Si la moneda se deprecia, los productos extranjeros resultarán más caros. Por el contrario, los productos nacionales ganarán en competitividad respecto a los extranjeros. Ceteris paribus, la producción nacional y el empleo aumentarán.
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Evolución del tipo de cambio entre el dólar USA y el Euro desde la creación de este último. |
- Si la moneda de un país es objeto de sucesivas depreciaciones se mina la confianza de los inversores extranjeros, que ven cómo continuamente disminuyen los beneficios que se obtienen por las inversiones mantenidas en ese país.
- Por otro lado, como parte de los productos que se consumen proceden del exterior, los ciudadanos del país cuya moneda se deprecia tienen que pagar mucho más por las importaciones, con lo que es probable que la tasa de inflación aumente.
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Verdadero Falso
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Vamos a volver a nuestra cooperativa. Al exportar vinos a Hungría se encontrará con un problema: los húngaros pagan en la moneda local (el florín) mientras que la moneda en España es el euro. Como el tipo de cambio es libre no se puede saber la evolución que tendrá en el futuro. Esto genera una zona de incertidumbre.
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Imagen 26. Autor: Baycrest. |
Hemos visto cómo las divisas se intercambian siguiendo las leyes del mercado. La oferta y la demanda establecen, por tanto, el precio de cambio.
Sin embargo los mercados de divisas no son mercados normales. El objeto de las transacciones es el dinero, y el ente que lo crea es el Estado.
Por tanto, la autoridad va a tener una gran importancia en la formación del precio. Con frecuencia los estados tienen que hacer frente a devaluaciones o apreciaciones de su moneda que ponen en grave peligro la estabilidad de sus economías.
Los gobiernos realizan compras o ventas masivas de divisas para intentar mantener los tipos de cambio de sus monedas, con el fin de que estas últimas no sufran una apreciación o depreciación excesiva. Es lo que se conoce como flotación sucia.
Lógicamente, la capacidad de los gobiernos para afectar al tipo de cambio depende de lo cuantiosas que sean sus reservas de divisas.
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Coberturas frente a las oscilaciones del tipo de cambio
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Imagina que "Señorío del Valle" ha firmado un contrato para que el supermercado húngaro le compre, durante varios años, remesas de vino a 120 florines la botella. Imagina también que es previsible que el florín se devalúe respecto al euro en los próximos años.
Esto es un problema importante pues la cooperativa saldrá perdiendo en el cambio conforme se produzca esta devaluación, (sus ingresos serán una cantidad fija de florines, que cada año será equivalente a menos euros). ¿Se puede hacer algo?
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Imagen 27. Autor: Desconocido. |
Para evitar el riesgo de una devaluación los exportadores pueden exigir que el pago se ejecute en euros. De esta forma el riesgo se desplaza al comprador. Sin embargo, no siempre es posible introducir este tipo de cláusulas. Es raro que una pequeña empresa pueda imponérselas a un gran cliente, sobre todo si éste tiene posibilidad de recurrir a otros proveedores.
La segunda opción consistiría en firmar un seguro de cambio. Esta operación se realiza con una entidad financiera que se compromete a realizar el cambio de divisas por el valor de cambio establecido en el contrato.
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Al margen de los seguros de cambio, los contratos mediante los cuales se cubren riesgos en las operaciones de cambio de divisas se han ido haciendo más y más complejos. Los tipos más básicos han dado lugar a la gran diversidad de contratos que se presentan hoy en día. Éstos son:
- Las opciones sobre divisas: Se trata de tener la facultad, no la obligación, de intercambiar en un futuro las divisas al tipo de cambio pactado.
- Los futuros: En principio similares al seguro de cambio, consisten en asegurar un intercambio de divisas futuro por el tipo de cotización actual, pero no tienen detrás ninguna operación comercial. Se caracterizan por una mayor regulación que el seguro de cambio.