4. La competencia imperfecta
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A lo largo del curso hemos visto cómo el mercado es un buen mecanismo de asignación de recursos en la medida que permite coordinar las decisiones de muchos agentes económicos a través del sistema de precios.
Esto ha permitido, en gran medida, procesos como la división del trabajo y la especialización, el desarrollo tecnológico o la evolución del dinero y el sistema financiero.
En el tema 4 de la unidad 2 vimos cuáles eran las características que se debían dar para que el mercado funcionara de manera eficiente, es decir, cuáles eran los supuestos bajo los cuales se da la competencia perfecta y que básicamente podíamos resumir en:
- Muchos oferentes y demandantes: es importante para que ninguno tenga un poder superior y no pueda abusar de los precios. ¿Recuerdas? Todos los participantes deben ser precioaceptantes.
- Productos homogéneos: todos los productos que ofrecen las diferentes empresas deben ser similares y cubrir la misma necesidad del consumidor, independientemente de a quién se compren.
- Información transparente: se necesita que todos los agentes tengan la misma información para que nadie pueda aprovecharse de una situación privilegiada.
- Libertad de entrada y salida: no deben existir trabas a la entrada o salida de empresas, para que así puedan participar potenciales competidores en el mercado.
- Independencia en la toma de decisiones: no deben existir controles o acuerdos entre empresas que permitan repartirse o conseguir una posición dominante en el mercado.
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Si recuerdas, en la práctica veíamos que son pocos los mercados que cumplen todos esos requisitos, y era bastante más fácil encontrar algunas de las situaciones de competencia imperfecta:
- Monopolio: era la situación en la que una sola empresa, por diversos motivos (legales, técnicos, etcétera) era capaz de controlar un mercado y tener una posición dominante en el mismo. Por ejemplo, si sólo hay una gasolinera en el pueblo de Sandra y la más próxima está a muchos kilómetros, lo más normal es pensar que todos los tractores que se utilicen en labores agrícolas reposten en la misma, pues no les compensará ni en tiempo ni en dinero acercarse a otra estación de servicio.
- Oligopolio: en este caso varias empresas pactaban el control o el reparto del mercado para no entrar en una guerra de precios que acabara beneficiando al consumidor pero perjudicándolas a ellas.
En estas dos situaciones se rompen uno o varios de los supuestos de la competencia perfecta, ya que no existen muchos oferentes que compitan entre ellos, ni libertad de entrada, ni independencia entre las empresas, y es difícil encontrar transparencia en la información.
- Competencia monopolística: era el caso de numerosos mercados en los que las empresas intentaban diferenciar su producto de los ofrecidos por sus competidores a través principalmente de políticas de comunicación o marketing.
En este mercado se rompe el supuesto de homogeneidad, ya que el consumidor no percibe algunos productos como sustitutivos perfectos de otros sino que, influido por la publicidad, se decanta por unos determinados.
La competencia perfecta es un tipo de fallo de mercado.
Verdadero Falso
El siguiente titular de prensa, ¿a qué tipo de mercado hace referencia?
Al monopolio.
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A la competencia monopolística.
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Al oligopolio.
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A la competencia perfecta.
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En el caso de España esta justificación de la defensa de la competencia como una prioridad pública se plasma en:
- La Comisión Nacional de la Competencia: resuelve la existencia o no de prácticas restrictivas de la competencia prohibidas por la ley e impone las sanciones correspondientes. Esta estructura además se ve reforzada por la legislación europea en términos de defensa de la competencia.
- La protección de la competencia por los juzgados y tribunales.
Para saber más sobre la labor que realizan las organizaciones de consumidores puedes acceder, por ejemplo, a la página de la Organización de Consumidores y Usuarios.