2. La competencia perfecta
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Fotografía de elaboración propia |
Para que el comportamiento de un mercado se considere de competencia perfecta es necesario que se cumplan una serie de supuestos:
- Existencia de un elevado número de oferentes y demandantes: la cantidad que cada uno ofrece o demanda es tan pequeña respecto a la cantidad total intercambiada en el mercado que su comportamiento individual no puede tener efectos perceptibles sobre los precios.
- El bien ofrecido es homogéneo: no existen grandes diferencias en el producto ofrecido, es decir, los bienes o servicios que ofrecen las diferentes empresas generan la misma satisfacción en los consumidores.
- Son mercados transparentes: la información es perfecta y gratuita, es decir, todos los que intervienen en el mercado, compradores y vendedores, conocen las condiciones generales en las que opera el mercado.
- Libertad de entrada y salida: cualquier empresario o empresa puede entrar, atraido por las expectativas de beneficio, a producir el bien o servicio que ofrece el mercado sin ningún tipo de traba. De la misma forma las empresas pueden cesar su actividad cuando lo deseen y redirigir su actividad hacia actividades más atractivas.
- Independencia en la toma de decisiones: no existen controles o acuerdos entre empresas que distorsionen el normal funcionamiento del mercado para su propio beneficio.
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Fotografía en Flickr de engeldream bajo CC |
Como vimos en el tema anterior el funcionamiento del mercado en competencia perfecta genera un precio y una cantidad de equilibrio como resultado del comportamiento conjunto de la oferta y la demanda. A dicho precio las empresas deciden qué cantidad producir, es decir, cada empresa aceptará dicho precio como un dato fijo y a partir del mismo su curva de oferta vendrá determinada por los costes de producción (coste de las materias primas, de la mano de obra, de distribución, etcétera).
En esta situación ninguna empresa puede lograr beneficios extras vía ingresos (recordemos que el precio es el mismo para todas) por lo que tendrá que recurrir a la mejora tecnológica que le permita un mayor aprovechamiento de los factores y, por tanto, un descenso en los costes. No obstante, otra vía para conseguir rentas extras será alejarse de la competencia perfecta y buscar situaciones más privilegiadas en mercados en los que obtengan cierto poder, por ejemplo, intentando diferenciar sus productos de los de sus competidores.
Un número elevado de
participantes en el mercado, tanto compradores como vendedores.
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Las empresas existentes en el mercado
pueden y deben impedir la entrada de otras nuevas.
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Que los compradores y los
vendedores tienen un conocimiento pleno de las condiciones generales del
mercado.
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Que el producto sea homogéneo.
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Porque no tienen influencia sobre los precios.
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Porque tienen que aceptar las condiciones que fija la empresa líder del mercado.
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Porque las empresas tienen algún poder sobre el precio al que venden sus productos.
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Fotografía de elaboración propia |
En la realidad no existen mercados totalmente competitivos, sin embargo existen determinados productos cuyos mercados reúnen condiciones similares al menos en relación a algunos de los supuestos de la competencia perfecta. Por ejemplo, la extensión del comercio electrónico permite que aumente la oferta de determinados productos, como los viajes y servicios turísticos. Esto ha llevado a una mayor competencia y a unos precios más ajustados para el consumidor.
No obstante, este modelo ha sido fuertemente criticado ya que es muy difícil pensar en situaciones en las que se cumplan no ya todos, sino varios de sus supuestos. De hecho en la realidad económica nos encontramos barreras de entrada y salida, una fuerte diferenciación de producto que invalida el supuesto de la homogeneidad, concentración empresarial en grupos con enorme poder económico y otros fallos en los mercados (los estudiaremos en más profundidad en la cuarta unidad) que hacen aconsejable la intervención del sector público en los mismos.
Verdadero Falso