2.1. Generalidades

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Mediante la geometría proyectiva podemos establecer las relaciones correspondientes entre las formas de tercera categoría (cuerpos y formas volumétricas) y las de segunda categoría (formas bidimensionales). Lo cual posibilita la representación, mediante un dibujo, de las primeras en un espacio bidimensional.

Los sistemas de representación están basados en la proyectividad, es decir, en la proyección de un objeto o forma sobre un plano, llamado plano de proyección.
Las características que definen y diferencian a los sistemas de representación dependen del número de planos de proyección empleados, su situación relativa respecto del objeto y la dirección de los rayos proyectantes.


1ª. Posibilitar la representación de cualquier objeto tridimensional sobre una hoja de papel.
2ª. Permitir, sobre el dibujo bidimensional, la resolución de las cuestiones métricas para el completo conocimiento del objeto tridimensional (distancias, verdaderas magnitudes, ángulos, etc.)
3ª. Debe ser reversible, es decir, que además de facilitar la representación bidimensional de un objeto tridimensional, el sistema debe permitir la obtención en el espacio de cada uno de los elementos dibujados en el plano.
4ª. Debe permitir resolver la ambigüedad de algunas imágenes que pueden representar varios objetos, resolviendo la indeterminación de esta representación.

Cuando observamos un objeto percibimos sus formas y medidas, luego nosotros describimos aquello que hemos visto; esta descripción puede ser de dos maneras: subjetiva y objetiva. En ambos casos la transición del diseño a la realización del objeto es posible gracias a las técnicas de representación mediante las cuales describimos dicho objeto de manera precisa con todas sus formas y medidas.

 


 

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La geometría descriptiva no tuvo hasta el siglo XVIII carácter científico, considerándose a Frezier y a Gaspar  Mongue como los iniciadores del desarrollo científico de la materia que fue tuvo carácter de secreto militar hasta 1795, año en que Gaspar Mongue publicó su obra. en esta época fueron importantes impulsores los geómetras: Standigl, Müller y Papperitz.
A comienzos del siglo XX Adam V. Millar, de la universidad de Wisconsin, desarrolló el método directo, publicado por Millar y Maclin en 1913.
En España, en 1976 los profesores Victoriano González García, Román López Poza y Mariano Nieto Oñate publicaron por primera vez dicho método, desarrollando de manera minuciosa las proyecciones auxiliares.