1. Las necesidades de una ciudad
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Las ciudades son ecosistemas en expansión, con un crecimiento desigual en los países industrializados y en los que están en vías de desarrollo. En los primeros la población está más o menos estabilizada, mientras que en los segundos hay una enorme explosión demográfica urbana, con grandes megalópolis en las que un alto porcentaje de población se hacina en barrios de chabolas sin servicios mínimos.
Podemos considerar una ciudad como un sumidero de materia y energía. Del exterior se incorporan productos y energía (combustible) que son transformados en residuos.
Entradas materia-energía:
* Entradas de materia: agua, alimentos y resto de productos manufacturados. La mayoría obtenidos a partir de la enorme variedad de recursos que extraemos de la naturaleza.
* Entradas de energía: Sol, viento y las generadas por el ser humano para su utilización.
Salidas materia-energía:
* Una variedad de gases y residuos líquidos y sólidos que han de ser convenientemente gestionados.
* Energía que se disipa en forma de calor.
En la ciudad, al igual que en los ecosistemas naturales, se establece un flujo de materia y energía. En realidad la ciudad es también un ecosistema donde la especie más representativa es el ser humano.
Como ecosistema, es frecuentemente ignorado, cuando no rechazado, por naturalistas, ecólogos y biólogos en general. Su naturaleza ‘artificial’ -como si la especie humana no formara parte de la Naturaleza-, su rápida expansión y la agresividad que ésta implica contra otros ecosistemas circundantes promueven sentimientos de franco rechazo.
Sin embargo, el medio urbano, desde una perspectiva biológica, presenta una serie de características y posibilidades que lo convierten en un interesante objeto de estudio:
a) |
Históricamente es el más moderno de los ecosistemas conocidos. Tenemos la oportunidad de documentar, el principio y desarrollo de un ecosistema.
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b) |
Como cualquier otro ecosistema, el urbano, ofrece una serie de oportunidades a las especies y limita otras. También presenta factores limitantes y adaptación al medio.
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c) |
La consecuencia inmediata del punto anterior es que el ecosistema urbano, generará nuevas especies, si dura lo suficiente. Sus características abióticas son tan especiales, que previsiblemente ‘producirán’ en las especies colonizadoras modificaciones morfológicas y ecológicas que darán lugar a nuevos taxones. Las ciudades deberían ser consideradas como zonas de adaptación o campos de experimentación evolutiva.
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d) |
En contra de la idea generalizada de pobreza faunística, el ecosistema urbano es rico en especies, especialmente en artrópodos. Tal es la diversidad de organismos ‘synurbanos’, es decir, que coexisten con el hombre en el medio urbano, que las ciudades han sido propuestas como centros de ‘creación’ y conservación de la biodiversidad del planeta
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Verdadero Falso
Verdadero Falso
Verdadero Falso
Verdadero Falso
Verdadero Falso
Esta es la página de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona, en ella se explican las necesidades energéticas de la ciudad y el compromiso para utilizar renovables.