2.3.4. Germinación de la semilla


Imagen de fondo bajo licencia Creative Commons, autor: Salvador Oller. Dibujo de germinación de dominio público. Animación germimación de semilla Universidad Nacional del Nordeste (Argentina)

La germinación es el proceso mediante el cual una semilla se desarrolla hasta convertirse en una nueva planta. Este proceso se lleva a cabo cuando el embrión se hincha y la cubierta de la semilla se rompe.

 

Imágenes bajo licencia Creative Commons (1) (2) fuente: Universidad Politécnica de Valencia

 

Para lograr esto, toda nueva planta requiere de elementos básicos para su desarrollo, por ejemplo: oxígeno, iluminación y sales minerales.

La semilla madura experimenta al principio la deshidratación de sus tejidos, y a consecuencia de esto, anula la respiración celular. Sometiéndose a una fase de desactivación, o letargo, a la que espera de que las condiciones sean las ideales para la germinación.

Muchas plantas liberan sus semillas durante el otoño permaneciendo latentes a lo largo del invierno y germinando en primavera.

Las condiciones que favorecen la germinación son:

• Humedad elevada
• Una temperatura entre 20º y 30º
• Aporte apropiado de oxígeno

Gracias a estas condiciones, se produce:

• La rehidratación de los tejidos.
• Se reemprende la respiración celular.

Estas condiciones suelen coincidir con la primavera, iniciándose entonces la proliferación de nuevas plantas en el campo.