2.1 Factores del metamorfismo


Imagen de volcán de dominio público

 

El campo de actuación del metamorfismo es muy amplio. Es necesario establecer unos límites que diferencien los procesos metamórficos de los sedimentarios y magmáticos.
Desde que un sedimento se deposita comienza a experimentar modificaciones, no obstante, no se considera que se originan cambios “apreciables” hasta alcanzar los 300ºC (límite inferior). El límite superior del metamorfismo está determinado por el punto de fusión de los minerales. A partir de ese momento entramos en el campo de actuación del magmatismo. No obstante, este límite es difuso, existiendo un campo de actuación conjunta que se conoce como anatexia (existe fusión parcial).



Como ya hemos visto, los principales factores que determinan el metamorfismo son la presión y temperatura. Estas variaciones pueden ser positivas (aumentando) o negativas (disminuyendo). En ambos casos se produce metamorfismo, denominado prógrado o retrógrado respectivamente.

El aumento de temperatura se debe:

a) Al gradiente geotérmico (a mayor profundidad mayor temperatura). Los sedimentos, inicialmente depositados en la cuenca sedimentaria, pueden sufrir un hundimiento (subsidencia) debido al peso de nuevos materiales. Como consecuencia sufren un aumento de temperatura a medida que ocupan posiciones más profundas.

b) Calor liberado por cuerpos cercanos más calientes, caso de una intrusión magmática.

El aumento de presión se debe:

a) Al confinamiento. El peso de los materiales superiores origina una presión uniforme (presión litostática).

b) A fuerzas unidireccionales, como las que se ponen en juego durante el plegamiento.


Icono IDevice Actividad

El metamorfismo depende fundamentalmente de la presión y de la temperatura.