4.1. Preguntas y respuestas

Icono de iDevice Caso de estudio

Bea ha encontrado a su tío Pedro, han estado leyendo el periódico y se han fijado en una noticia sobre un asesinato.

—¿Has visto qué violencia, Bea? Es una pasada lo que le han hecho a este señor, la policía aún no ha capturado al asesino, pero tienen algunas pistas. Dicen que se han encontrado en la casa restos de sangre, pelo y colillas, parece que son del asesino.

—Tío Pedro, espero que la policía científica pueda resolver el caso. Ahora hay muchas técnicas basadas en el análisis del ADN para identificar a las personas.

¿Sabes cómo la policía identifica a los supuestos implicados en un hecho delictivo (víctimas o delincuentes)?

policia
Imagen 47. Autor: Labor omnia vincit. Dominio público

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He seguido hablando con mi tío Pedro y como siempre me ha contado historias interesantes. Ahora me dice que una de las vecinas del pueblo, María, la hija de Alonso, la que se fue a estudiar a Sevilla, ha venido para hacerse unas pruebas de paternidad. Hay una herencia de por medio y ella dice que es hija de Pablo, el dueño de los viñedos, y no de Alonso como siempre se había creído. Por lo visto su madre le dejó una carta al morir revelándole el secreto y avisándola de que podía reclamar la parte de la herencia que le corresponde, la legítima. María nunca había pensado hacerlo, pero la crisis está haciendo que lo pase mal y ha decidido dar el paso. Aún no se sabe nada de los resultados.

—Tengo ganas de saber cómo se harán estas pruebas, voy a investigar —comenta Bea.

Mira la información que ha encontrado Bea.

—¡Anda! este caso es el mismo que el de muchos famosos, ¡mira!

Después de leer la información y ver algunas páginas de Internet, la verdad es que parece muy fácil obtener muestras de ADN para hacer esta prueba. Simplemente, con un bastoncillo y rozando la cavidad interna de la boca ya tenemos la muestra de saliva, que se analizará luego en el laboratorio. Hay muchos laboratorios donde puede hacerse esta prueba.


Imagen 48. Autor: ÁWá. Licencia Creative Commons

Bea se acuesta y coge su libro, y mientras lee intenta reflexionar sobre lo aprendido en estos días:

  • Las posibilidades del estudio del ADN de un individuo son infinitas y aún quedan muchas cosas por descubrir. Ahora sé que son tan útiles en estudios históricos o arqueológicos como en la investigación de enfermedades.
  • La aparición de la ingeniería genética ha supuesto un gran cambio en la biología. Actualmente es posible modificar la información genética y adaptarla a nuestros intereses. Las implicaciones de esta posibilidad son enormes, abren una vía de esperanza para muchas personas en el tratamiento de enfermedades genéticas y la modificación de plantas y animales mejora en calidad y cantidad las fuentes de alimentación.
  • Pero la ingeniería genética también genera muchos temores y dilemas éticos: las bacterias y los virus, podrían diseminarse desde los laboratorios y llegar hasta el ser humano. Asimismo, algunos genes indeseables podrían transferirse de unos organismos a otros. La utilización de determinadas técnicas conlleva dilemas éticos, pues algunos de ellos afectan a la vida humana, como la posibilidad de interferir en las características de los hijos y la obtención de seres humanos modificados.
  • ¿Es posible realizar todas las modificaciones que se nos ocurran? Algunos experimentos pueden tener consecuencias peligrosas, habrá que encontrar un equilibrio entre el avance científico y los riesgos que suponen las nuevas tecnologías. ¿Cuáles deben ser los límites de la investigación? ¿Quién establece esos límites?

En la respuesta a estas cuestiones debe implicarse toda la sociedad.

Bea ha terminado rendida después de su sesión de gimnasio y antes de leer dos líneas se ha quedado dormida.