Imagen 35. Autor: Karl Ragnar Gjertsen. Licencia Creative Commons

Bea ha estado el fin de semana en el campo con su familia. Dando un paseo, han recogido agua de una charca y su tío Pedro ha gritado: "¡Cuidado, es una chupasangres!".

¿Pero qué es eso?

Su tio Pedro les ha contado que es una sanguijuela, un anélido que se alimenta de sangre (hematófago), y que vive en las aguas dulces de todo el mundo. También les ha dicho que antiguamente se usaban con fines medicinales, para hacer sangrados. El animal presenta una boca con tres mandíbulas y una ventosa con la que succiona la sangre de la víctima. En su saliva contiene compuestos anestésicos —que evitan que la víctima lo detecte y trate de eliminarla—, un vasodilatador —para ensanchar los vasos y captar mejor la sangre— e hirudina —péptido anticoagulante—.

Tío Pedro nos ha dicho que si alguna vez tenemos una agarrada a la piel no tratemos de arrancarla, alguna parte del animal podría quedar en la piel y producir infecciones, que es mejor usar zumo de limón, sal, alcohol, orina y otros productos irritantes, que hacen que se desprendan.