1. El ser humano
¿Qué ha pasado con el ser humano durante los siglos XIX y XX? ¿Qué imagen del hombre podemos ver desde el Idealismo hasta la postmodernidad en la Historia de la Filosofía? Para acercarnos a qué pensó el hombre de sí mismo durante estos dos siglos vamos a servirnos de qué sucedió en la pintura en esos momentos. Y más concretamente en retrato y en el paisaje. Mira atentamente los vídeos que tienes aquí, son un breve repaso a la evolución de la pintura entre los siglos XIX y XX. Así fue cambiando la forma de representar el paisaje y el ser humano. El cambio en nuestra imagen del hombre es paralelo. Los vemos.
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El retrato en los siglos XIX y XX |
El paisaje en los siglos XIX y XX |
2. Fotografía en Flickr de ser... Bajo licencia Creative Commons |
Vayamos por partes. Muy resumidamente podemos decir que la concepción que el ser humano a lo largo de estos dos siglos ha pasado de ser única a fragmentarse, de hablar del ser humano en general a observar diferencias entre nosotros. Como ves en la fotografía de arriba a la izquierda, hay diferentes visiones en estos siglos de la Historia de la Filosofía sobre lo que somos. Vamos a recordar lo principal.
- Recuerda que el Idealismo daba especial importancia a la capacidad racional del ser humano. Para Hegel, principal filósofo de esta corriente, el pensamiento y la realidad coincidían y el conocimiento humano carecía de límites.
- Tomando algunas influencias de Hegel, como recordarás, Marx refiere la alienación a la condición humana y la liga a la actividad económica. El ser humano es un ser alienado en la situación actual de los medios de producción. Se trata de un ser negado por ser desposeído del producto de su actividad. Para Marx, el hombre es un ser social y político que no
puede concebirse aislado, sino que se realiza en comunidad en el trabajo. Además, es un ser histórico que con su actividad
desarrolla su ser en la historia, un proceso real práctico marcado por
el progreso de su capacidad productiva. La alienación del hombre, en Marx, significaba la deshumanización del trabajador
y la conversión de éste en mercancía. Esto significaba la negación del propio ser humano. No es la conciencia la que determina el ser del hombre, sino que son las condiciones materiales las que determinan la conciencia que el ser humano tiene de sí mismo.
- Nietzsche, por su parte, nos habló del superhombre. Recuerda que se trataba, según él, de la necesidad de recuperar un hombre inocente tras la muerte de Dios. El superhombre será en realidad el hombre primitivo, antes de la corrupción de los valores. Esta inocencia primitiva significa para este superhombre-niño estar más allá del bien y del mal. Nietzsche pronostica que este superhombre tendrá además, una vitalidad agresiva, y sobre él no estará nada. Ni siquiera Dios. Por tanto, con Nietzsche el hombre adquiere un papel de protagonista como sujeto activo, papel que llegará hasta la postmodernidad.
- En la Escuela de Frankfurt, como recuerdas, se dio una gran preocupación por la ética en la comunicación humana y por el ser humano que había quedado relegado, simplemente, a ser un objeto, un producto más del mercado. Recuerda que denunciaron la manipulación de las necesidades de los individuos.
- Por su parte, el existencialismo concebía al ser humano como un proyecto a hacerse a sí mismo, una tarea. Nuestra libertad va unida a nuestra necesidad de hacernos, construirnos rodeados de otros proyectos, otras tareas, otros seres humanos.
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En la Filosofía española que hemos visto en el tema justo anterior a éste recordamos que para Unamuno el punto de partida no era el ser humano abstracto, sino el individual, el "hombre de carne y hueso", que se movía trágicamente entre la fe y la razón. Con Ortega, la realidad radical es la vida particular y concreta de cada individuo y ésta es un descubrimiento incesante de nosotros mismos y del mundo que
nos rodea. Nuestro encuentro con el mundo supone la ocupación con lo que hay en el
mundo, vivir es convivir con una circunstancia.
Verdadero Falso
Verdadero Falso