Con su teoría de las ideas Platón defiende que existen dos mundos: el mundo de las ideas y el mundo de las cosas. Tienen estas características:

• El mundo de las ideas o mundo inteligible:

8. Imagen de Arquepoetica en Flickr bajo licencia Creative Commons

Es el mundo verdadero, según Platón. Es el de fuera de la caverna en el mito que hemos visto. Es eterno, no cambia y no es físico. Es decir, que las ideas no pueden tocarse, ni verse. Pero aunque no tengan existencia física, según Platón las ideas sí tienen existencia real. Este mundo el modelo y la causa con el que se ha hecho el mundo sensible o de las cosas. Y además, son necesarias para que pueda existir la ciencia.

Si piensas en el plano de un edificio, te darás cuenta de que se trata de una idea, modelo y causa de la existencia del edificio que se construye siguiendo ese plano. Si ahora eliminas de tu mente el papel del plano y te quedas con la idea que tuvo el arquitecto para hacerlo, ya tienes un ejemplo aproximado de qué pensaba Platón que son las ideas. Piénsalo tú sobre la idea de animal, tal y como se muestra en la ilustración.

En el mundo de las ideas la más importante es la idea de Bien. La estructura de este mundo es jerárquica, es decir, las ideas están ordenadas según su importancia. Entre ellas se da comunicación: unas tienen que ver con otras. Piénsalo: la idea de Bien tiene mucho que ver, por ejemplo, con la idea de Justicia, ¿verdad? ¿O es posible ser injusto pero seguir haciendo algo éticamente bueno?

9. Imagen de Página sobre Filosofía

• El mundo sensible o mundo de las cosas:

10. Imagen de Arquepoetica en Flickr bajo licencia Creative Commons

Es el mundo que tocamos, vemos, olemos, etc. Por eso se llama "sensible", porque llegamos a él gracias a nuestros sentidos. Es temporal, no eterno y cambiante. Es el mundo de la opinión.

Por tanto, sí tiene existencia física. Está hecho por el Demiurgo siguiendo el modelo del mundo de las ideas. El Demiurgo es algo así como un artesano divino que moldeó el mundo de las cosas basándose en el de las ideas. Mientras más se acerque al ideal, menos imperfecto será. Y decimos imperfecto, porque la única perfección que se da es la del mundo de las ideas. Si lo piensas, es razonable, el plano del edificio es ideal, perfecto, pero el edificio construido puede tener fallos de construcción, mantenerse mal con el tiempo, etc. ¿Recuerdas el mito? Pues las sombras y objetos de dentro de la caverna estarían dentro del mundo sensible.

Según Platón a cada Idea del mundo inteligible corresponden muchas cosas del mundo sensible. Razonable también ¿no? La idea de Bien es una, pero acciones y cosas buenas hay muchas, de diferentes tipos. Y a la idea de animal, como ves en la ilustración, corresponden muchos animales: una mariquita, un pez, un caballo, etc. Igual sucede con la idea de jarrón: hay un plano, proyecto, del que saldrán, fabricados según ese modelo, mucho jarrones.

Este esquema de Platón, dividir la realidad en dos mundos, lo retomará siglos después el cristianismo. Resumidamente, lo que para Platón es el mundo de las ideas es lo que el cristianismo llama cielo. Y lo que los cristianos llamarán tierra es el equivalente a lo que siglos antes Platón había llamado mundo sensible.