3.2 Tipos de partículas

Hay tres tipos de partículas, cuya masa se puede determinar y que producen reacciones químicas observables: átomos, moléculas e iones.

El caso más sencillo es el de los átomos libres (gas neón, por ejemplo). También se pueden formar estructuras gigantes a partir de átomos, como es el caso del diamante, formado por átomos de carbono, o de los metales.

Además existen conjuntos de átomos unidos entre sí de una forma concreta, produciendo partículas individuales iguales entre ellas llamadas moléculas, como la molécula de agua. Estás moléculas pueden ser muy pequeñas, formadas por dos o tres átomos (O2, H2O) ó formadas por miles de átomos (ADN).

Los átomos pueden adquirir carga eléctrica, positiva o negativa, formando iones. Estos iones interaccionan entre sí formando estructuras gigantes, muy ordenadas ya que el estado físico es sólido (NaCl, CaSO4). No hay partículas individuales: un trozo de sal común será más grande cuantos más iones haya.





Imagen 15 de elaboración propia

Observa la imagen: el diagrama de la izquierda corresponde a una sustancia formada por átomos libres, en estado gaseoso; la central, es una mezcla de dos sustancias formadas por moléculas, una de ellas compuesta y la otra simple (por ejemplo, podrían ser H2O y N2); la de la derecha es una estructura gigante, como NaCl por ejemplo.

En unidades siguientes verás cómo se unen los átomos entre sí, por qué se forman unas u otras partículas, qué estructuras se originan y qué propiedades tienen las sustancias formadas.