5. Los fallos de los sistemas de planificación central

En los sistemas económicos de planificación centralizada se han puesto de manifiesto algunos inconvenientes. Los más importantes son los siguientes:
  • La falta de incentivos: En las economías de libre mercado, empresas y familias tienen incentivos claros cuando desempeñan su actividad económica. Los trabajadores suelen obtener una recompensa en forma de salarios más elevados si su productividad es alta. Esto es un incentivo para desempeñar un trabajo de calidad. Por otro lado, las empresas obtienen mayores beneficios si el bien que producen satisface a sus clientes. En los sistemas de planificación central estos incentivos o no existen o existen de forma insatisfactoria.
  • La planificación constituye una asignación ineficiente: El estado asigna cómo y cuánto producir. Se trata de una asignación a ciegas, que no tiene en cuenta los gustos y preferencias de los consumidores. Esto provoca desajustes entre la oferta y la demanda: en ocasiones se quedan bienes sin vender, en otras ocasiones hay que recurrir a los racionamientos. El aparato burocrático que planifica la actividad económica ahoga la innovación y el desarrollo.

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Como acabamos de leer, la producción no tiene en cuenta los gustos y preferencias de los consumidores. En relación a la cantidad de bienes producida, ¿qué problema era habitual en los países comunistas?