1. Antiguas creencias sobre el origen del ser humano

"Siento verdaderamente que la conclusión fundamental a la que ha llegado este libro, esto es, que el hombre desciende de una forma inferiormente organizada, resulte a muchos altamente desagradable."

Charles Darwin, El origen del hombre

 

El ser humano es muy curioso por naturaleza y esto le hace plantearse muchas preguntas. Antiguamente existían leyendas que explicaban el movimiento del sol en el cielo, la existencia de las estrellas o la causa de la lluvia. A todas ellas les ha ido dando respuesta la ciencia y han ido siendo aceptadas por todos. Sin embargo, la explicación científica al origen del ser humano es más difícil de asimilar. Veámos cómo se oponen algunos a esta evidencia.
 
 
 
 
La Creación de Adán, fresco de 1511 de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina
Wikimedia Commons bajo Dominio Público.

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Prácticamente cada una de las grandes culturas humanas tiene su propio mito de la creación, una historia mitológica-religiosa con la que se pretende hacer comprensible lo hasta entonces incomprensible para la humanidad, por ejemplo, su propio origen. Algunos ejemplos son:

 

  • Tradición egipcia: Jnum era el dios de la fertilidad, también alfarero y con lodo del Nilo creaba los hombres con su torno.
  • Tradición zulú: Unkulukulu era la divinidad que creó a la humanidad a partir de la hierba.
  • Tradición maya: los dioses necesitan seres que puedan adorarlos y por ello crearon a los hombres. Primero con barro, pero se deshacían, después con madera, pero no poseían alma, finalmente a partir del maíz, con resultados satisfactorios.
  • Tradición inca: los seres humanos procedían de rocas del mundo subterráneo que por orden de los dioses salieron de manantiales, cuevas, lagunas, etc, a poblar la tierra.
  • Tradición china: de pequeñas criaturas que poblaban el cuerpo del creador Pangu, pulgas en algunas versiones, surgieron los seres humanos.
  • Tradición judaica: Yahvé creó al mundo en siete días, y al primer hombre, Adán en el huerto del Edén; y luego, a partir de una costilla de éste, creó a Eva.
  • Tradición griega: en el mito de Prometeo fue este inmortal quien modeló al hombre con arcilla y Atenea sopló aliento de vida sobre el barro. Posteriormente, Zeus, como castigo por las ayudas que Prometeo ofrecía a los hombres, creó a Pandora, la primera mujer, para llevarles males.
  • Cienciología: Xenu, el dictador de la Confederación Galáctica trajo hace 75 millones de años miles de millones de personas a la Tierra.

 


Hablar del origen del hombre remite a dos visiones diferentes: la científica y la religiosa. En un principio mutuamente excluyentes, cada vez son más los que buscan imbricar ambas visiones argumentando que el origen divino del ser humano bien pudo darse a través de la evolución biológica.

Creacionismo es el término que utilizamos para denominar la creencia inspirada en doctrinas religiosas diversas según la cual, los seres vivos y especialmente el hombre, se originaron en un acto de creación por un ente divino.

La forma clásica del creacionismo negaba la evolución biológica, y explicaba la existencia del ser humano basándose en la literalidad de los escritos religiosos. Sin embargo hace tiempo que la mayor parte de las religiones abrahámicas se apartaron de esta creencia. El creacionismo actual se reparte ahora entre varias posiciones pseudocientíficas:

- La negación de la evolución utilizando descubrimientos o conocimientos científicos como posibles pruebas de su falsedad o inexactitud.

- La defensa de la existencia de un diseño inteligente que guíe la evolución en lugar del azar y la selección natural.

Pero cada vez son más aceptadas dentro de los creyentes otras posiciones que si bien no niegan la evolución tal y como la explica la ciencia, sin intervención divina, entienden el creacionismo bajo el hecho de que Dios permite la evolución y por lo tanto crea. Son las llamadas evolución teísta o el creacionismo evolutivo. En 1996 la iglesia católica del papa Juan Pablo II se pronunciaba en este sentido, aceptando la evolución biológica pero oponiéndose a la idea de que ésta es una prueba de la no existencia de Dios. No obstante, el papa Benedicto XVI en 2007 y tras un encuentro católico para debatir el tema, concluía que la evolución no puede ser comprobada experimentalmente.

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Lee el siguiente artículo sobre el Hombre de Piltdown publicado en el diario ABC el 18 de mayo de 2011: enlace al artículo.


¿Piensas que el contenido de este artículo puede reforzar algunas de las posiciones creacionistas antes tratadas?