1.2. Órganos de los sentidos
Imagen en Flickr de Kevin Collins bajo licencia CC-BY-NC-SA
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Las estructuras animales capaces de captar estímulos se denominan receptores. Los receptores pueden estar formados por una o varias células especializadas que pueden formar estructuras, más o menos complejas y especializadas, que denominamos órganos sensoriales.
Si tenemos en cuenta la localización de los receptores podemos distinguir dos tipos:
Receptores internos: son aquellos que captan estímulos procedentes del interior del organismo; variaciones en el medio interno del organismo (sensación del hambre, sed...) o estímulos mecánicos que permiten informar de la situación de equilibrio, movimiento y posición del cuerpo.
Receptores externos: se localizan en la superficie del animal y captan estímulos procedentes del exterior. Un ejemplo lo tienes en los pelos sensoriales y los órganos de los sentidos. Dependiendo del tipo de estímulo al que son sensibles, podemos distinguir los siguientes receptores externos:
• Mecanorreceptores: son sensibles a estímulos mecánicos como la presión (barorreceptores) y el sonido (audiorreceptores).
• Termorreceptores: son sensibles a estímulos térmicos.
• Quimiorreceptores: son sensibles a estímulos químicos como sabores (receptores gustativos) y olores (receptores olfatorios).
• Fotorreceptores: son sensibles a estímulos luminosos.
Los receptores situados en la piel están formados por terminaciones nerviosas rodeadas de tejido conjuntivo (corpúsculos). Por ejemplo, corpúsculo de Meissner sensibles al tacto, de Krause al frío o de Ruffini al calor.
Dibujo de banco de recursos del ITE, bajo licencia CC-BY-NC-SA |
Imagen en Flickr bajo licencia CC-BY-NC-SA |