Materiales: Materiales no ferrosos

En ocasiones para satisfacer las especificaciones técnicas que se requieren en determinadas aplicaciones industriales, no basta con recurrir a los metales ferrosos, ya que debemos emplear materiales con menor punto de fusión, que no se corroan, con menor resistividad, fáciles de mecanizar…
Por todo ello se recurre a los metales no ferrosos, que cada vez se hacen más imprescindibles para la fabricación de un buen número de productos. Estos metales, a pesar de presentar características específicas, presentan una serie de propiedades físicas generales que los identifican.
 
  • Estado sólido a temperatura normal, excepto el mercurio que es líquido
  • Opacidad, excepto en capas de muy pequeño espesor.
  • Buenos conductores eléctricos y térmicos
  • Brillantes, una vez pulidos
  • Estructura cristalina en estado sólido

Se pueden clasificar de acuerdo a su densidad en:

Pesados si su densidad es mayor de 5kg/dm3.
Ligeros si su densidad está comprendida entre 2 y 5 kg/dm3.
Ultraligeros si su densidad es menor de 2kg/dm3.

En general los metales no ferrosos suelen ser blandos y presentan una reducida resistencia mecánica, por lo que se suelen alear para mejorar éstas y otras propiedades.

Según su nivel de utilización los metales no ferrosos serían: cobre y sus aleaciones, aluminio, estaño, plomo, zinc, níquel, cromo, titanio, magnesio.