Instantes eternos: Por mi gráfica me conoceréis

Una imagen vale más que mil palabras, dime con quien andas y te diré quien eres, con quien te vi te comparé o como te ven te tratan, son dichos que barajan una serie de oportunidades.

La imagen habla por si sola. La imagen es la forma en que nos ven, es la idea que persiste después de haber conocido algo que has visto. En definitiva, podríamos afirmar que la imagen es el elemento que se percibe sobre algo teniendo en cuenta un antecedente específico, es decir, lo que queda.

Es por ello, por lo que las personas nos encargamos bastante de cuidarla. Nuestra imagen personal debemos cuidarla con sumo detalle ya que ésta nos permite describir nuestra personalidad como ser humano a través de distintos detalles como: tener una buena postura a la hora de caminar o sentarnos, de comer, de mirar, a la hora de comunicarnos, en nuestra forma de vestir,... Quizás, nos volquemos excesivamente en cuidar los aspectos relativos a la estética y descuidemos un poco las formas pero, en definitiva, nos esforzamos en mostrar lo mejor de nosotros mismos.

Existen varios conceptos sobre la imagen, pero en suma, todos llegan al mismo punto y en esencia es una sola: la percepción parcial de un todo. Lejos de tener un conocimiento general o total de un determinado objeto, ente o persona, la imagen es lo ligeramente receptivo y vagamente conocido.

Para ilustrar todo lo anterior, te recomiendo veas el siguiente vídeo.

 

Pero, ¿y si en vez de objetos o personas tratamos con gráficas de funciones matemáticas? ¿podríamos someterlas a cambios de imagen? ¿qué opinas?
¿Y qué tiene que ver esto con nuestro tema? -te estarás preguntando- Tiene que ver y mucho, como verás a continuación...