3.5. Dialéctica trascendental


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En los apartados anteriores hemos estudiado dos niveles de conocimiento, la sensibilidad y el entendimiento, que explicaban tanto la captación de objetos, la intuición sensible, como el pensamiento y la formulación de juicios a partir de los datos suministrados por la sensibilidad. Además de las anteriores, existe una tercera facultad cognoscitiva, la razón, que es la que se encarga de llevar a cabo las síntesis superiores. La razón posee la tendencia a avanzar desde el conjunto de conocimientos proporcionados en los juicios del entendimiento hacia sus causas y fundamentos últimos, hasta la condición incondicionada que explicaría todo fenómeno.
 
La razón procede agrupando el conjunto de los conocimientos en torno a ideas trascendentales o conceptos puros de la razón que se encuentran más allá la realidad fenoménica; éstas son el alma, el mundo y Dios. En la idea de alma se unifican el conjunto de los fenómenos de la experiencia interna en una sustancia permanente, remitimos a un yo todos los fenómenos de nuestro psiquismo. Mundo unifica todos los fenómenos de la experiencia externa: todos los fenómenos se sitúan en el mundo; por último, en la idea de Dios se unifica la condición de posibilidad de todo fenómeno, Dios se concibe como causa última de la existencia del alma y del mundo.
 
Efectivamente, estas ideas nos permiten una unificación de todo fenómeno interno o externo y, como aspiración a un saber pleno, poseen una función reguladora, dirigen el conocimiento. Aún así estas ideas no proporcionan conocimiento, ya que no existe intuición alguna de las mismas.

 


Hemos estudiado las condiciones de posibilidad de las matemáticas y de la física como ciencia; en la dialéctica trascendental, Kant lleva a cabo su valoración de la metafísica, una disciplina a la que niega su condición científica. La metafísica, destinada al estudio de las ideas trascendentales: el alma, el mundo y Dios, no se encuentra en condiciones de proporcionar conocimiento sobre estos objetos. La metafísica no aplica las categorías a la experiencia, sino a objetos que están más allá de la experiencia posible, que no son dados en intuición alguna. Como vimos en el apartado anterior, las categorías del entendimiento proporcionan conocimiento tan solo cuando se aplican sobre los datos de la experiencia; por el contrario, empleados sobre las ideas de la razón, solo conducen a los argumentos contradictorios y falaces que han caracterizado a la metafísica desde su origen.
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Las ramas de la metafísica dedicadas al conocimiento del alma, el mundo y Dios son, respectivamente, la psicología racional, la cosmología racional y la teología trascendental:
  • Dentro de la psicología racional Kant da cuenta de los paralogismos o razonamientos incorrectos que tienen su punto de partida en la confusión del yo psíquico con una realidad objetiva nouménica, respecto a la que se pretende demostrar su condición de alma como sustancia simple, inmaterial e inmortal.
  • En la cosmología racional, la idea reguladora de mundo es convertida en un objeto, lo que conduce a una serie de antinomias o contradicciones a la hora de desarrollar los discursos posibles sobre los fundamentos del universo; así es posible concebir al mundo como finito y limitado o eterno e ilimitado, justificar o negar la necesidad de un principio incausado, etc.
  • Por otro lado, Kant repasa una a una las diferentes pruebas racionales elaboradas a favor de la existencia de Dios en el seno de la teología trascendental, negándoles su valor demostrativo. Estas argumentaciones quedan resumidas en tres tipos:




Vidriera en St. Joseph's Hospital
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  • Ontológica: Esta prueba, empleada por autores como san Anselmo o Descartes, hace de “Dios existe” un enunciado analítico; el mismo concepto Dios como lo máximo pensable conllevaría su existencia por necesidad. Contra el mismo, Kant sostiene que la existencia debe establecerse en un juicio sintético por intuición empírica, pero Dios no es objeto posible de intuición.
  • Cosmológica: este argumento, defendido por filósofos como Avicena o Santo Tomás de Aquino, parte de la contingencia del mundo para defender la exigencia de un ser necesario, ser identificado con Dios. En este caso Kant interpreta que el tratamiento del mundo como un todo implica contradicciones; por otro lado hace un uso ilegítimo de la categoría causa al referirla a un objeto suprasensible, cuando las categorías solo son válidas en su aplicación a los datos de la experiencia.
  • Físico-teleológica. Argumento común, conocido especialmente por la exposición del mismo por parte de santo Tomás de Aquino, parte de la afirmación del orden del mundo, para concluir en la existencia de un dios ordenador. Según Kant, también aquí se emplea ilegítimamente la idea de causa, llevándonos de lo fenoménico a lo nouménico; además, la demostración de la existencia de una inteligencia ordenadora es más indemostrable que el orden mismo.
Kant no niega estas ideas, sin embargo pretende demostrar que no es posible un conocimiento científico de las mismas; como se dijo, su uso válido es el regulativo, son ideales que orientan e incitan a la investigación científica. Aún así, no queda aquí cerrado el asunto de las ideas de la razón; como veremos en el último capítulo, aunque no en el plano del conocimiento científico, el tratamiento de estas cuestiones puede llevarse a cabo de una manera adecuada en el ámbito de la razón práctica.
AV - Pregunta Verdadero-Falso
Vamos a hacer un repaso de lo visto en este apartado. Reflexiona y decide si las siguientes afirmaciones se adecúan o no a los planteamientos kantianos:




La razón busca resolver las cuestiones últimas planteadas a raíz del conocimiento proporcionado por el entendimiento, no obstante, esta facultad es incapaz de resolver su esfuerzo en conocimiento científico alguno.

Verdadero Falso


Los conceptos puros de la razón son el mundo, el alma y Dios. En estos conceptos se producen las siguientes unificaciones ideales: en la de mundo la totalidad de fenómenos externos, en la de alma los internos, y en la de Dios la condición de posibilidad de todo fenómeno.

Verdadero Falso


La metafísica aplica las categorías del entendimiento a las ideas trascendentales de la razón, el resultado de esta síntesis da lugar a los juicios sintéticos a priori en la metafísica.


Verdadero Falso


Kant rechaza la prueba ontológica demostrativa de la existencia de Dios porque entiende que solo un juicio analítico, que derivase la existencia de la misma noción divina, podría dar lugar a la afirmación de su existencia.

Verdadero Falso


El argumento cosmológico justifica la existencia de Dios como fundamento último de la existencia de una realidad contingente, que no tiene en sí misma la razón de su existencia. No es válido ya que aplica la noción de causa ilegítimamente, más allá de la experiencia.


Verdadero Falso