3.1. A priori, a posteriori

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Imaginemos estos dos enunciados: “Si alguien está soltero, entonces no está casado” y “Hay solteros infelices”. Aunque traten del mismo asunto, la condición de soltero, el modo en que llegamos a formular uno y otro enunciado son muy distintos. Para formular la primera afirmación, nos basta una mera reflexión a partir del significado de los conceptos soltero y casado; para la segunda, sin embargo, requerimos acudir a los hechos para comprobar si lo aquí afirmado concuerda con la experiencia o no. El primero sería un enunciado a priori, podemos validarlo sin necesidad de recurrir a la experiencia; el segundo sería a posteriori, solo la experiencia puede determinar si lo dicho ahí es cierto o no lo es. Un filósofo británico, Galen Strawson, definió un argumento a priori como aquél cuya verdad puedes reconocer sin levantarte del sofá, sin necesidad de salir fuera para investigar cómo funcionan las cosas en el mundo.
Te sugerimos que, de acuerdo con esta definición, determines si en el caso siguiente estamos ante un enunciado a priori o a posteriori:
"La maldad es el goce reiterado y cruel con la desgracia ajena" (Entrevista a Adole Tobeña, psicólogo y psiquiatra, en la revista Quo)
captura de imagen revista Quo Enero 2010
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Como la ciencia se expresa mediante proposiciones o juicios, Kant estudia las cuáles son los tipos de juicios que la caracterizan.

De acuerdo con los empiristas, admite que todo conocimiento comienza con la experiencia; las impresiones sensibles constituyen la materia del conocimiento. Sin embargo, no todo el conocimiento procede de la experiencia; concede al racionalismo que el sujeto es activo en el acto de conocer y aporta el elemento cognoscitivo que, aplicado sobre dichas impresiones produce el conocimiento. Por lo tanto, en el conocimiento intervienen dos elementos: el dato empírico o elemento a posteriori, proveniente de fuera de nosotros, y el elemento proporcionado por el sujeto cognoscente: el elemento a priori que actúa sobre los datos de la sensibilidad.

La existencia de un elemento a priori del conocimiento, independiente de la experiencia, es la condición que permite la elaboración de juicios científicos (universales y necesarios): según el modelo empirista de Hume, nuestro conocimiento parte de impresiones particulares y no es posible derivar desde ellas juicios necesarios. Este tipo de juicios los reservaba para el ámbito de las relaciones entre ideas, pero quedaban excluidos respecto a los hechos, o lo que realmente ocurre en el universo, ya que sobre ello no cabe seguridad científica. Kant comparte que la experiencia no puede ser el fundamento de proposiciones universales y necesarias, pero es una realidad que dichas proposiciones existen, como bien lo ejemplifican las ciencias, y no solo en las matemáticas, como aceptaba Hume, sino también en la física. Descartada la experiencia como su fundamento, entiende que la posibilidad de establecer juicios científicos procede del elemento a priori que nosotros ponemos en al acto de conocer.
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Kant mantiene la visión clásica de la ciencia como un saber que se expresa en proposiciones universales y necesarias. De este modo ratifica la  existencia de este tipo de enunciados en la Crítica de la Razón Pura:






Imagen desde foto de pericomart en Flickr
Kant pretende dejar claro que la afirmación de lo a priori como constituyente del conocimiento no significa una vuelta al postulado racionalista de las ideas innatas como fundamento del conocimiento científico. Aunque lo a priori es independiente de la experiencia, su función cognoscitiva se encuentra asociada a ella, sin proporcionar conocimiento por sí mismo, tal como ocurría con las ideas anteriores. Al saber de cómo es posible el conocimiento a priori, el estudio de las condiciones a priori que posibilitan el conocimiento, Kant lo denomina trascendental. Ello será el principal objeto de estudio de su Crítica de la razón pura.

En esta visión del conocimiento, determinado por sus condiciones a priori, ya no tiene cabida la tesis clásica según la cual es el objeto el que determina el conocimiento, sino más bien al contrario, es el sujeto el que conforma el objeto según su propia forma de conocer.
AV - Pregunta Verdadero-Falso
Reflexiona y determina la verdad o falsedad de la siguiente expresión:


La afirmación de un constituyente a priori del conocimiento significa que el ser humano es capaz de elaborar un conocimiento científico de lo real desde sí mismo, a través de un acto de reflexión, al margen de la experiencia.
 
Recurso propio

Verdadero Falso