4. El pH de las mezclas
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Es muy frecuente tener que calcular el pH de una mezcla de ácidos, bases o sales. A veces, en un recipiente hay mezclados dos ácidos, o un ácido y una base, o un ácido y una sal, o dos sales, etc. Además, los ácidos pueden ser fuertes o débiles, y los iones de las sales hidrolizarse o no. Como puedes ver, hay una gran cantidad de casos posibles.
Sin embargo, el análisis que hay que hacer para calcular el pH es bastante lógico y sencillo.
1. Analiza si hay reacción o no la hay (solamente se produce la neutralización al mezclar ácido y base), determinando la composición final tras la reacción (tienes que calcular la cantidad de sustancia de sal formada, los posibles excesos de ácido o de base y el volumen total de disolución). Hay tres casos posibles.
a) no sobra ácido ni base (al final solamente hay sal, que puede hidrolizarse o no).
b) sobra ácido (al final, hay sal, que puede hidrolizarse o no, y ácido).
c) sobra base (al final, hay sal, que puede hidrolizarse o no, y base).
2. Determina el tipo de mezcla de la que
hay que calcular el pH (por ejemplo, sal que no se hidroliza, o sal que se
hidroliza con exceso de ácido, o mezcla amortiguadora, etc).
3. Plantea los equilibrios ácido-base que se
producen, y mira si puedes realizar aproximaciones que simplifiquen la
situación (por ejemplo, en la mezcla de un ácido fuerte y uno débil, se puede
despreciar el débil a efectos de calcular el pH). Te puedes encontrar con tres casos posibles:
a) ácido o base débiles (equilibrio de ionización del ácido o la base).
b) sal de ácido o base débiles: equilibrio de hidrólisis para formar el ácido o la base débiles.
c) mezcla de ácido o base débiles con su sal (mezcla amortiguadora): equilibrio de ionización del ácido o la base débiles.