Un restaurante es una pequeña empresa. Su estructura económica o activo se compone de un conjunto de bienes y derechos.

Imaginemos: el local, el mobiliario, los utensilios de la cocina, los alimentos dispuestos para ser cocinados, el dinero que tiene la caja registradora...El restaurante se formó en dos grandes proyectos de inversión: cuando se creó, y cuando años más tarde se decidió una reforma.

Cuando se creó el restaurante se recurrió a un préstamo hipotecario. Hoy en día se siguen pagando cuotas por el mismo. En cambio la reforma se acometió íntegramente con un fondo de inversión que se tenía en el banco, formado parte de los beneficios que año a año ha ido dando el negocio y que se decidió que fueran a este fondo para futuras inversiones.