3. Perfil del suelo

Imágenes de animación bajo licencia de Creative Commons. Fondo, autor: Sharon Loxton.
Perfil del suelo
, autor: Miguel Vera

El perfil de un suelo es la ordenación vertical de todos sus horizontes hasta la roca madre. Los horizontes o niveles son capas que se desarrollan en el seno del suelo y que presenta cada uno de ellos características diferentes.

En un suelo maduro se pueden distinguir bien los niveles u horizontes, que permiten su clasificación y estudio. Los principales horizontes son:

Horizonte A de lixiviado. Contiene pocas sales minerales, ya que son arrastradas hacia abajo por las aguas al infiltrarse. En él se encuentran las raíces de la mayoría de las plantas y se divide, a su vez, en varios estratos. Suele ser oscuro y rico en humus.

Horizonte B de precipitación (denominado también subsuelo). Tiene color claro por su pobreza en humus. Presenta una acumulación de sales de calcio, aluminio o hierro procedentes de los niveles superiores.

Horizonte C. Formado por fragmentos procedentes de la meteorización mecánica y/o química de la roca madre subyacente.

Roca madre. Material original sobre el que se desarrolla el suelo. La roca madre puede ser una roca dura, compacta e impermeable, una roca blanda o materiales sueltos.

 

 
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El espesor e incluso la presencia de estos horizontes varía según el tipo de suelo.  Podemos distinguir entre suelos zonales (característicos de un determinado clima) y suelos azonales (caracterizados por factores locales: tipo de litología, topografía, etc..).

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Ejemplos de suelos zonales "más alejados" del esquema explicado son los asociados a climas ecuatoriales (lateritas) y climas fríos (podsoles)

Lateritas. Corresponden con climas muy húmedos y cálidos (climas ecuatoriales). La meteorización es tan intensa que la arcilla se destruye y la mayor parte de los elementos son lavados, quedando los más insolubles (óxidos de hierro y aluminio) dando lugar a un horizonte uniforme y endurecido de color rojizo oscuro. El horizonte A superior es muy fino debido a la intensa mineralización.

Podsoles. Corresponden con climas fríos y húmedos. En estos climas se puede desarrollar una vegetación más o menos desarrollada, sin embargo, la actividad bacteriana va a ser débil debido a la temperatura. Estas circunstancias van a favorecer la acumulación de materia orgánica sin descomponer dando lugar a un horizonte A muy desarrollado.