3. Origen y formación de la Tierra


Imágenes de fondo de dominio público (NASA)

 

La formación de la Tierra es paralela a la del Sistema Solar. Su origen, al igual que el resto de planetas, se debe a la condensación y acreción de planetesimales (ya estudiado en apartados anteriores).

Las distintas teorías que explican la formación y evolución de la Tierra en sus primeros pasos debe ser acorde con los datos que hemos ido investigando hasta el momento. Principalmente, debe explicar por qué la Tierra no es homogénea, y más concretamente, por que la temperatura y densidad aumenta con la profundidad.
Tal como hemos visto en el apartado 1.2, el proceso de choque de planetesimales duró millones de años y se desprendió tanta energía que los planetas se encontraban en estado de fusión. Al estar fundidos los materiales más densos fueron desplazándose hacia el interior. Esta es la razón de que los materiales de los planetas como la Tierra (Mercurio, Venus y Marte) se distribuyan en capas de diferente densidad.

 

Estructura en capas de planetas interiores. Imagen de domino público (NASA)

 

Los planetas exteriores o gaseosos (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) siguieron el mismo proceso. Como consecuencia de su tamaño, fueron capaces de atraer y mantener los gases de hidrógeno y helio arrastrados por el viento solar en el proceso de formación del Sol. Hoy día, se piensa que bajo la atmósfera de los planetas gaseosos hay también un núcleo de material rocoso.


La Tierra se originó hace 4500 millones de años aproximadamente. Se cree que su tamaño era aproximadamente el mismo que tiene hoy en día. Su estado inicial era el de un cuerpo en estado de fusión a causa del calor producido por:

  • La contracción gravitatoria provocada por la unión de los planetoides.
  • Reacciones de desintegración de los elementos radiactivos presentes en la materia.
  • La colisión de meteoritos y otros cuerpos.

En un momento dado y debido al paulatino enfriamieno, los materiales superficiales formaron la corteza. En su origen, era una capa parcialmente fundida en la que se formaron rocas silicatadas. La formación de la corteza impidió la pérdida del calor interno, parte del cual aún se mantiene hoy en día.

A la vez que se originaba la corteza, el núcleo se formaba por un proceso de concentración de hierro. La zona intermedia entre la corteza y el núcleo acumulaba rocas en estado de fusión y semifusión que irían separándose para formar la estructura actual del manto.

Hace 3000 millones de años la corteza tenía un espesor menor y mayor fragilidad que en la actualidad. Estaba formada por delgadas placas sólidas que se movían unas frente a otras arrastradas por materiales fluidos procedentes del interior. Los volcanes liberaban lavas que solidificaban y que aumentaron el grosor de las placas. En el proceso de enfriamiento se liberaron gases y agua que formaron la atmósfera y la hidrosfera respectivamente.

Icono IDevice Curiosidad

Observa el siguiente video y descubre cómo se cree que se formó la Luna .