Acabo de consultar la web de la REA (Red Española de Aerobiología), donde informan a las personas que padecen de alergia sobre la situación actual de los pólenes presentes en la atmósfera de toda España, y de la tendencia para los próximos días.
Realmente, tener esta información es muy útil para personas alérgicas como yo, ya que podemos evitar salir al campo, o a la calle, en los días de picos máximos de concentración de pólenes.
Incluso informan sobre la concentración de pólenes por especie y por localidad española.
Pero, ¿qué es una inmunodeficiencia, hipersensibilidad o una enfermedad autoinmune?
En la siguiente página de la Wikipedia puedes descubrir algo más sobre estos términos.
¿Podrías definir estos tres términos?
Las inmunodeficiencias son un grupo de enfermedades en las que nuestro sistema inmune, o alguno de sus componentes, no funciona correctamente. Dentro de ellas se pueden diferenciar:
Las primarias, cuya causa se debe a factores hereditarios.
Las secundarias,ocasionadas por factores externos como desnutrición, infecciones o fármacos.
La hipersensibilidad obedece a una respuesta de tipo específica que se desarrolla de forma exagerada, causando lesiones e inflamaciones en los tejidos.
La autoinmunidad ocurre cuando nuestro sistema inmune no reconoce como propio algún componente de nuestro organismo, reaccionando contra él. Puede deberse a factores genéticos, aunque algunas de ellas se deben a factores ambientales, como la exposición continua a sustancias químicas, las infecciones o el sol.
No, no es correcta esta respuesta, no se trata de un rechazo contra lo propio.
¡Correcto! Las alergias son un tipo de hipersensibilidad, ya que se origina una respuesta exagerada contra los antígenos inofensivos del polen, denominados alérgenos.
No, tampoco se trata de un mal funcionamiento de algún componente del sistema inmune.
Pero, ¿cómo se desencadena todo el proceso inmunitario desde que el polen entra en contacto con nuestro organismo hasta que sentimos los primeros síntomas?
Trata de describir lo que ocurre. Puedes consultar esta página sobre la reacción alérgica de la web Laalergia.com
Cuando el polen y su alérgeno penetran en el organismo, activan los linfocitos B, que se transforman en células plasmáticas y estas comienzan a producir anticuerpos o inmunoglobulinas del tipo IgE.
Estos anticuerpos se unen a los receptores de los mastocitos presentes en la piel y en las mucosas de ojos, nariz o boca, y de esa manera quedan preparados para un posterior contacto con el mismo alérgeno.
Si este es el primer contacto, la reacción alérgica no progresa más allá, pero si se trata del segundo o posterior contacto con el alérgeno, los mastocitos liberan histamina, que es la causante de los síntomas de la alergia: picor, lagrimeo, estornudos, tos, etcétera.
Existen varios tipos de hipersensibilidad, ¿sabrías decir cuáles son?
Puedes consultar esta página de la Universidad del País Vasco sobre hipersensibilidades.
Hipersensibilidad de tipo I.
Correcto
Incorrecto!
Hipersensibilidad de tipo II.
Correcto
Incorrecto!
Hipersensibilidad de tipo A.
Correcto
Incorrecto!
Hipersensibilidad de tipo III.
Correcto
Incorrecto!
Hipersensibilidad anafiláctica.
Correcto
Incorrecto!
Hipersensibilidad de tipo IV.
Correcto
Incorrecto!
Las hipersensibilidades se pueden agrupar en cuatro tipos:
Hipersensibilidad de tipo I. Se originan cuando anticuerpos del tipo IgE actúan contra antígenos no patógenos denominados alérgenos. Estas IgE se unen a las células cebadas o mastocitos de los tejidos, y provocan la liberación de sustancias químicas, como la histamina, causantes de los síntomas de las reacciones alérgicas.
Hipersensibilidad de tipo II. Los antígenos se unen a las membranas de las células del organismo y los anticuerpos del tipo IgG los reconocen, y dicha unión activa al sistema del complemento, células NK y fagocitos. Entre estas hipersensibilidades se encuentra la reacción que tiene lugar en las transfusiones contra los antígenos que definen el sistema ABO sanguíneo, o bien la anemia hemolítica del recién nacido, ocasionada por la incompatibilidad Rh entre la madre y el feto.
Hipersensibilidad de tipo III. Se origina porque se depositan en los tejidos complejos antígeno-anticuerpo y activan el sistema del complemento, la actividad de los fagocitos y células NK. Estos complejos se pueden formar por una infección continua o durante un proceso de autoinmunidad. Un ejemplo es la alveolitis alérgica, causada por la exposición a antígenos de esporas de hongos que provocan la producción de anticuerpos de tipo G, que se unen con los antígenos, depositándose estos complejos en los alveolos pulmonares.
Hipersensibilidad de tipo IV. También llamada retardada, ya que sus síntomas aparecen horas después del contacto con el antígeno en individuos ya sensibilizados por un contacto anterior con el mismo antígeno. Su origen hay que buscarlo en la activación de linfocitos Th, que a su vez activan macrófagos y linfocitos Tc. Existen varios tipos, pero la más común es la de contacto, en la que el antígeno penetra a través de la piel. Un caso conocido es la dermatitis, ocasionada por objetos como la correa de un reloj.