Introducción

Un sistema automático de control es un conjunto de elementos físicos relacionados entre sí, de tal forma que son capaces de gobernar su actuación por sí mismos, sin necesidad de la intervención de agentes externos (incluido el factor humano), anulando los posibles errores que puedan surgir a lo largo de su funcionamiento debido a perturbaciones no previstas.

 

Cualquier sistema automático está constituido por un sistema físico que realiza la acción (parte actuadora), y un sistema de mando (parte controladora), que genera las órdenes precisas para que se ejecuten las acciones.

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Para comprender la base de un sistema de regulación y control vamos a considerar como actúa un tirador de precisión. En el inicio del proceso el tirador apunta sobre la diana y dispara. Si el impacto ha resultado bajo, en el próximo intento corregirá la posición del arma levantándola. Por el contrario si el proyectil va alto, en la siguiente oportunidad volverá a corregir su posición, bajándolo ligeramente. El proceso continuará así sucesivamente, hasta que consiga el resultado deseado que es impactar en la diana.

En este ejemplo el tirador será el elemento de mando (da las órdenes de subir o bajar el arma) y su brazo será el actuador. El proceso descrito se basa en el método de prueba y error.

En los sistemas de regulación y control automáticos se sustituye el componente humano por un mecanismo, circuito eléctrico, electrónico o, un ordenador. En este caso, el sistema de control sería automático.

Un ejemplo de estos sistemas es el control de temperatura de una sala empleando un termostato. En este caso se programa una temperatura de referencia considerada confortable, cuando la temperatura de la sala sea inferior a la programada, se dará orden de producir calor, con lo que la temperatura ascenderá hasta el valor programado, cuando se alcanza esta temperatura la calefacción se desconecta automáticamente.

 

 

 

Necesidad y aplicaciones de los sistemas automáticos de control

La implantación y el desarrollo de los sistemas de regulación están presentes en infinidad de sectores, en el ámbito doméstico, en los procesos industriales, en el desarrollo tecnológico y científicos, provocando avances significativos en todos los campos.

En la producción industrial su utilización permite:

  • Aumentar la calidad y la cantidad del producto fabricado.
  • Mejorar los sistemas de seguridad del proceso industrial.
  • Ejecutar operaciones cuya realización sería impensable con la única participación del hombre.
  • Reducir enormemente los costes productivos.

 

Dentro de los avances científicos que el uso de estos sistemas ha posibilitado tenemos un ejemplo claro en el desarrollo del campo de las misiones espaciales, que son realizadas de modo automático y en los que la presencia humana es anecdótica.

En el desarrollo tecnológico, abarca desde el control de robots, como la regulación centralizada del tráfico en un aeropuerto, sistemas de ayuda al conductor de un vehículo,...

En el ámbito doméstico, todo lo que tiene que ver con la domótica que provoca una habitabilidad más confortable.