El tema del texto es, pues, la búsqueda de la poesía esencial, la pura, "poesía desnuda", una poesía sin adornos que puedan distraer de la emoción y significado con que el poeta usa las palabras.

De otro lado, el poema es una autorreflexión sobre su propia trayectoria poética. Juan Ramón Jiménez comenzó su obra influido principalmente por los poetas modernistas, en un momento en el que triunfaba el concepto del "arte por el arte". Sus libros, Diario de un poeta recién casado (1917) y Eternidades (1918), marcan el comienzo de una etapa más madura en la que el poeta busca una poesía pura. Este es el texto que nos da las claves de una poesía alejada del popularismo, de los ropajes y los fastuosos tesoros que aportaba el Modernismo con sus imágenes, la belleza cromática, el ritmo, la rima; la preciosa túnica popular que los poetas que se tienen por puros desprecian. En palabras de Ortega y Gasset, es la "deshumanización minoritaria del arte".

b) El texto está basado en la personificación de la poesía, presentada como una mujer a la que el poeta ama y odia apasionadamente. A raíz de esto se pueden apreciar varias figuras, si bien la característica propia del poema "puro" evita esos "ropajes" retóricos. Aparece en el tercer verso una comparación o símil ("la amé como un niño") que tiene una carga retórica pues el segundo término es imagen tópica de la inocencia. Y del símil se llega a la metáfora, en casi todo los casos, pura. Así encontramos términos como "ropajes", "reina", "túnica", son todos términos metafóricos que se prestan a la interpretación.

Así, pues, estamos ante una oración compuesta. La proposición subordinada, "no sé qué ropajes", es la que forma precisamente ese complemento de régimen verbal y, por lo tanto, hace la función propia del sustantivo. Es decir, para definirla correctamente: proposición subordinada sustantiva en función de suplemento del verbo.

El análisis de la subordinada nos hace observar un núcleo verbal complementado por un sintagma nominal complemento directo. La curiosidad de este sintagma nominal es la aparición de un determinante poco frecuente, "qué", forma que puede ser confundida con un pronombre exclamativo o interrogativo, pero que en el caso que nos ocupa, acompañando a un sustantivo, adquiere valores de concreción de este.

Por último, se debe apreciar que los sujetos de la proposición principal y el de la subordinada son distintos. En esta oración se va a recoger a los dos protagonistas del poema. El sujeto de la proposición principal es la tercera persona, omitida en esta oración pero presente en el contexto. El sujeto de la proposición subordinada es la primera persona, "yo", representado por la morfología verbal, pues no aparece.

• Fastuosa: Adjetivo femenino. Ostentosa, con derroche de lujo y riqueza.
• Túnica: Sustantivo femenino. Vestidura exterior amplia y larga.
• Pasión: Sustantivo femenino. Ofrece varios significados, pero en este caso conviene el de inclinación, preferencia o deseo muy ávidos por alguna persona.