2. Tipos de palabras. Palabras invariables


 Elaboración propia
Hasta ahora, hemos trabajado con una serie de palabras que se caracterizaban porque admitían distintos tipos de morfemas; es decir, son variables. Repasemos: sustantivo, adjetivo, verbo, determinante y pronombre.

Vamos a centrarnos ahora en el segundo grupo; esto es, en aquellas que permanecen siempre invariables. Obsérvalo en estos ejemplos:

  • Mi hermano ha venido ayer/Mis hermanos han venido ayer.
  • He estado en la reunión/Hemos estado en las reuniones.
  • Javier y Elena han asistido al curso de inauguración.
  • ¡Ah! Qué cansado estoy/¡Ah! Qué cansados estamos.

Como puedes comprobar, todas los términos de las oraciones anteriores son susceptibles de cambio, bien de género, número, persona, modo, etcétera, excepto las palabras que hemos subrayado, que permanecen siempre igual, sea cual sea la frase de la que formen parte. George está convencido de que, por esta razón, le resultará sencillo aprender el funcionamiento de este tipo de palabras. Nosotros estamos seguros de que a ti también.

Todas las palabras de una lengua cumplen una función. No podemos decir, de ninguna de ellas, que sea prescindible. Fíjate, por ejemplo, en las preposiciones, esos elementos que, pese a su pequeño tamaño (algunas constan de una sola letra), sirven de unión entre las palabras. Si no existieran las preposiciones, se formarían frases como estas: "Esta es la casa Juan", "Voy Madrid este fin semana". Son extrañas, ¿verdad?

Las conjunciones, también caracterizadas por su escasa dimensión, adquieren una extraordinaria importancia. ¿Cómo, si no podemos unir las oraciones estableciendo entre ellas algún tipo de relación? Es cierto que podemos emplear los signos de puntuación; pero con ellos se pierde una buena parte del significado que se desea transmitir. No es lo mismo:

  • Decidí volver a casa porque no te vi.
  • Decidí volver a casa; no te vi.

Con el adverbio expresamos circunstancias de tiempo, modo, lugar, cantidad, afirmación, negación, duda, que amplían considerablemente la información que proporcionamos al receptor. Compara estas dos oraciones:

  • He llegado.
  • He llegado tarde.

Y, por último, la interjección, capaz de hacernos sentir dolor, alegría, cansancio, resignación y un buen número de sentimientos ellas solas, sin necesidad de ir acompañadas por ninguna otra palabra.

¿Te parece que repasemos, antes de adentrarnos en esta nueva clasificación de las palabras, todas aquellas que hemos aprendido en el tema anterior?

El siguiente enlace te ofrece un resumen magnífico y la posibilidad de realizar actividades interactivas que te resultarán muy interesantes. No dejes de consultarlo. Puedes dejar el grupo de palabras invariables para volver a él al final de este tema.