1. Unamuno y la Generación del 98

Ligada al fin de la época colonial española, coincidiendo con la pérdida de las últimas colonias americanas y asiáticas: Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898, se produce una corriente literaria que abarca las dos primeras décadas del siglo XX y que se denomina generación del 98; un grupo que reúne, entre otros, a autores como Pío Baroja, Azorín, Ramiro de Maeztu, Ángel Ganivet, Menéndez Pidal, Valle-Inclán, Antonio Machado, o Unamuno. Compartiendo argumentos como el de la decadencia española y su destino histórico, su obra literaria se encuentra cargada de implicaciones filosóficas y su desarrollo constituye un referente indudable en la evolución de la filosofía elaborada desde entonces en este país. En este tema vamos a ver algún detalle del pensamiento de Miguel de Unamuno, un escritor que además de una basta producción literaria, desarrolló una importante obra filosófica, como se refleja en obras como Vida de don Quijote y Sancho, Del sentimiento trágico de la vida o La agonía del cristianismo.
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Azorín
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Pío Baroja
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Ganivet
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Machado
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Plaza de Unamuno, Bilbao
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Miguel de Unamuno nació en Bilbao en 1846 y se doctoró en Madrid en Filosofía y Letras. En el País Vasco polemizó con Sabino Arana en torno a asuntos como la raza vasca o el euskera. En 1891 se trasladó a Salamanca, donde obtuvo la cátedra de Lengua y Literatura griega y fue nombrado rector, puesto del que fue destituido y vuelto a nombrar en tres ocasiones. Allí estableció amistad con Ángel Ganivet. De la vinculación al socialismo se conduce a una visión religiosa que es definida, según el título de su obra, como sentimiento trágico de la vida. Por su enfrentamiento a la dictadura de Miguel Primo de Rivera fue deportado a la isla de Fuerteventura, desde donde se exilia a Francia. Con la caída del dictador vuelve a Salamanca, donde es proclamado rector vitalicio en la República. Acogió con entusiasmo la proclamación de la Segunda República, aunque más tarde llegó a desencantarse de la misma. En plena actitud crítica, apoyó inicialmente la sublevación militar, aunque rápidamente cambió su percepción de la misma. Unos meses depués de la toma de Salamanca por el bando franquista, muere confinado en su domicilio en 1936.

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Miguel de Unamuno murió al poco tiempo del comienzo de la Guerra civil española. Su actitud crítica con la deriva política la República le llevó a manifestar su apoyo inicial a la insurrección militar, aunque al poco tiempo comenzaron los desencuentros con sus protagonistas. ¿Cuál fue el alcance del apoyo dado por Miguel de Unamuno a la sublevación del general Franco contra el régimen republicano?, ¿hasta qué punto llegó a arrepentirse de su justificación inicial? En estas secuencias se reivindica la figura del intelectual desde posiciones antagónicas. La primera, desde la apología del alzamiento militar, pretendiendo demostrar la adhesión de Unamuno al mismo; la segunda, desde la denuncia de la barbarie bélica, con la intención de salvar su nombre de la imagen de complicidad con el bando franquista.