La teoría atómico-molecular: La cantidad de sustancia

Al trabajar con una sustancia cualquiera, habitualmente necesitamos medir una determinada cantidad para disolverla, hacerla reaccionar, etc. En el caso de sólidos, lo más sencillo es pesarlos, mientras que en el caso de líquidos o disoluciones se suele medir volúmenes. Si se trata de gases, se miden volúmenes en unas determinadas condiciones de presión y temperatura. Es decir, desde el punto de vista práctico se trabaja con magnitudes a escala macroscópica: masas y volúmenes.

Imagen 1 de CNICE, uso educativo

Por otro lado, el modelo de materia que has visto utiliza partículas extraordinariamente pequeñas, que sirven para explicar tanto procesos físicos como reacciones químicas. Por ejemplo, decimos con naturalidad que "una partícula de la sustancia X reacciona con dos partículas de la sustancia Y". Para interpretar lo que sucede en los procesos se trabaja a escala microscópica, a escala de partículas.

El problema es que no es posible contar partículas: el tamaño de los átomos es del orden del amstrong (10-10 metros, de forma que diez mil millones de átomos en fila alcanzarían un metro).

Para poder saber cuántas partículas hay en una cantidad determinada de una sustancia concreta, se utiliza la única magnitud química fundamental del Sistema Internacional de unidades, la cantidad de sustancia.