1. Las crisis y los ciclos económicos
Definimos ciclo económico como el periodo que incluye las fluctuaciones de la producción, medida a través del Producto Interior Bruto (PIB).
El ciclo está constituido por períodos alternativos de crecimiento y recesión económica. Las partes que se pueden distinguir en un ciclo económico son:
- Depresión o fondo: es el punto más bajo del ciclo a partir del cual se cambia su tendencia.
- Recuperación o expansión: es la fase ascendente del ciclo, en la que los niveles de actividad económica crecen.
- Auge o cima: es el punto máximo del ciclo, a partir del cual ya no resulta posible seguir creciendo.
- Recesión: es la fase descendente del ciclo, es decir, tras una desaceleración del crecimiento se pasa a tasas de crecimiento negativo. Si la situación sigue deteriorándose se llega a la depresión.
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Imagen 2. Autor: Desconocido. Licencia: Copyright. |
"Sorprende que a alguien le sorprenda la llegada de una crisis, porque estos fenómenos son casi tan viejos como las sociedades humanas". Así comienza el capítulo 2 del libro Para comprender la crisis de Gabriel Tortella y Clara Eugenia Núñez (Editorial Gadir, Madrid 2009) que cuenta cómo ya en la Biblia, en el libro del Génesis, se recoge la historia de José en Egipto. El israelita José, preso en la cárcel, es llamado ante el faraón para que interprete unos sueños recurrentes que le perturban y le inquietan: siete vacas flacas y depauperadas se comían a siete vacas rollizas y hermosas. En la interpretación de José se advierte un primer esbozo de lo que, ahora entendemos, como un ciclo económico: siete años de bonanza y crecimiento seguidos de otros siete de escasez y crisis. Años de vacas gordas y de vacas flacas que decimos ahora. José recomendó hacer acopio de grano en los años de bonanza para así afrontar los años de escasez. Estas predicciones y los acertados consejos salvaron al pueblo egipcio del hambre e hicieron la fortuna de José, que llegó a ministro. Al margen de esta historia, siempre ha existido una cierta idea de que a los años buenos siempre le sucedían años malos. La actitud tradicional ante estos periodos de crisis era la de resignación pasiva, pues se entendía que eran debidos al clima y, por lo tanto, a la intervención divina.
La visión de los grandes economistas:
Evidentemente el análisis de esas causas y de las posibles soluciones a una crisis ha sido uno de los mayores quebraderos de cabeza de los economistas. Algunos autores como Thomas Malthus culparon al crecimiento de la población. Sin embargo, su predicción sobre la crisis que generaría la presión del número de habitantes sobre los recursos infravaloró la capacidad de la técnica aplicada al desarrollo de la producción de alimentos.
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Imagen 3. Karl Marx. Autor: Desconocido.
Imagen de dominio público.
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Karl Marx consideraba que las crisis económicas eran inherentes al sistema capitalista y, además, su talón de Aquiles y el preludio de su derrumbe. La crisis se debería al desequilibrio entre producción y consumo: se producía mucho más de lo que los ciudadanos podían consumir, porque el sistema mismo empobrecía a la mayoría de la población en beneficio de unos pocos.
Para Joseph A. Schumpeter los ciclos se debían al impacto de innovaciones técnicas y descubrimientos científicos aplicados a la producción. La introducción de alguno de estos elementos iría siempre seguida de un periodo de crecimiento caracterizado por un importante aumento de la inversión y, posteriormente, por el aumento del consumo.
A la larga ese primer efecto expansivo se iría ralentizando y, a medida que más empresas entraran en el sector, los beneficios se irían reduciendo hasta una paralización o crisis. Schumpeter llamaba a esta fase la "destrucción creadora". Durante la misma se producirían cierres de empresas, quiebras y desempleo, pero también agudizaría el ingenio de los empresarios para aplicar nuevas técnicas y descubrimientos que permitirían de nuevo comenzar el ciclo.
Probablemente una de las mayores aportaciones de John Maynard Keynes a la teoría económica fue la explicación de los ciclos económicos y la necesidad de su regulación por el Estado, ya que la iniciativa privada se vería incapaz de reaccionar en los momentos de depresión.
Keynes consideraba que el empleo y la renta global dependían de la demanda, también global y, como consecuencia, existía paro por insuficiencia de la demanda. El aumento de renta implicaba también aumento del consumo, si el sistema no proporcionaba la renta necesaria, tendría que ser el Estado el que, con su intervención, la generara.
Señala si son verdaderas o falsas las siguientes afirmaciones:
Verdadero Falso
Verdadero Falso
Verdadero Falso
Verdadero Falso