Las energías no renovables suponen graves problemas globales que las hacen insostenibles. El negocio del petróleo y sus derivados ha supuesto con sus residuos contaminantes uno de los mayores problemas ambientales del planeta, el calentamiento global, de consecuencias todavía impredecibles.

En cuanto a la energía nuclear, la tecnología actual no puede garantizar la seguridad de sus procesos, además del grave problema del tratamiento y almacenamiento de sus residuos y de la progresiva disminución de las reservas de uranio.

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