4.3. Depredación



Utiliza el simulador superior para contestar a las siguientes cuestiones:

1- Selecciona sobre el simulador un potencial biótico igual a 70% para ambas especies (vegetal y plaga). Deja crecer la población vegetal e introduce después la especie plaga, observa la evolución durante un periodo prolongado (100 años).

1.a.¿Observas alguna característica especial en ella?

1.b.¿Crees que pueden coexistir ambas especies de forma indefinida?

1.c. En los primeros años existe cierto "caos" en la evolución de las curvas, ¿Sigue existiendo pasado un tiempo, o llega a alcanzarse un equilibrio más o menos estable entre ambas especies?

2- Si comparas de cerca las ondulaciones que se producen en la gráfica observarás que son parecidas las del vegetal y la plaga, no obstante existe un desajuste entre ambas (no coinciden). ¿Quién produce primero los picos, el vegetal o la plaga? ¿Cuál crees que puede ser la explicación a este comportamiento?

3- Define sobre el simulador las siguientes condiciones:

3.a- Explica qué ocurre en ambos casos.

3.b- ¿Crees que es beneficioso para la población de un depredador ser muy voraz y tener un potencial biótico alto? Razona la respuesta.

 

Animación y cuestiones de la aplicación "Isla de las Ciencias"; recurso del Ministerio de Educación bajo licencia de Creative Commons, autor: Manuel Merlo Fernández.
Icono de iDevice AV - Reflexión
Utiliza el simulador de crecimiento, analiza cómo varían las curvas de crecimiento al variar el valor de potencial biótico y contesta después las cuestiones que aparecen en su parte inferior.
La relación depredador-presa logra un estado de equilibrio que permite la "convivencia" de ambas especies. En estos casos, es frecuente observar fluctuaciones cíclicas de ambas poblaciones. Una característica de estas fluctuaciones es que los máximos y mínimos de la población del depredador no coinciden con los de la presa, sino que van algo retrasados con respecto a ella.

Este equilibrio depredador-presa puede romperse si la población del depredador aumenta mucho, pues entonces puede llegar a extinguir a la población de la presa y consecuentemente también desaparece la población del depredador. Una fuerte disminución de la población del depredador también puede ser nociva para la presa, ya que ésta aumenta mucho su número, intensificándose la competencia intraespecífica, lo que lleva consigo la falta de alimento, disminución de fertilidad, facilidad del desarrollo de enfermedades, etc.

La depredación, por tanto, va a regular el tamaño de las poblaciones e intervenir en la selección natural de las especies. Los depredadores logran mantener las poblaciones de sus presas dentro de unos límites (disminuyendo la competencia intraespecífica), este control se ejerce eliminando a aquellos individuos menos aptos, lo que contribuye muy eficazmente a la selección natural de la especie presa.